Escucha a las piedras, incluso ellas tienen su grano de sabiduría. ¿Cuánta sabiduría tienes tú en cambio? Es un bien bastante escaso en los humanos, la única certeza que tienen es que van a morir.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

¿Qué tras 8 horas tenga que despertar
aquí rodeado de personajes,
fantasías y ficciones?
Dios, me consuelo de que así no sea.

Que me despierte y esté ella.
Desnuda, vestida; da igual.
Su ropa, la mía; da igual.

Que tras 8 horas me levante
silenciosamente vaya a la cocina
a preparar silenciosamente el café.

Que pueda tener un hogar
y verla recién despierta bostezar.

Estaré de nuevo en casa.

En la casa hay armarios, mesas y claroscuros.
Hay lámparas, pasillos fríos y egos.
Los nuestros. Tuyo y mío. Nuestras guerras.
Quejidos y estallidos de alabanzas,
jadeos y golpes de humillación.
Los tuyos, los míos, los nuestros.
Cae la sombra entre ascenso y descenso.
La vida es muy larga entre caída y subida.
Caen sombras la tuya, la mía, las nuestras.
¿En qué se diferencian?
En que se tienen que cruzar.
Obligadas a entenderse, a hablar, a cambiarse.
A ver caer la sombra, contemplarla y disiparla.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Dejarse ayudar

Aquel día había sucedido algo extraño. No todos los días se veía caminar a la sombra de Morkai. Los arrasó a todos,  a la gran amenaza. Acabó con todos mucho antes de que pudieran darse cuenta de que estaba ahí. Pero todos vieron cómo lo habían matado, también él había caído. No obstante, al comprobar el campo de batalla no encontraron su cuerpo, ningún rastro de su presencia.
Caía la noche. La hoguera estaba encendida. Todo el pueblo estaba alrededor, haciéndose sitio los unos a los otros. Hasta el más orgulloso de los guerreros debía esa noche escuchar la historia. No la contaba el líder de la tribu, ni el más audaz de los cazadores, ni la más mendaz de las mujeres. Svalbard contaría la historia. El viejo ciego, la persona más necesitada del resto para sobrevivir. Un anciano con la barba desaliñada, al que le faltaban unos cuantos dientes. Inaudito. Los niños correteaban en busca del calor de sus madres. Incluso los lobeznos se acercaban al fuego. Esperaban una historia que les hiciera comprender lo que habían vivido ese día.

-         - Todo, todo empezó con un guardián – la voz de Svalbard era bastante más potente de lo que se esperaba a su edad – Pero este guardián lo había perdido todo. Su propia fuerza fue la brecha de su coraza. Su propia rabia fue la que lo derrotó. Se adentró en el bosque, esperando un rival que lo derrotase. No se cuidaba, no dejaba que nadie lo cuidase. Seguía luchando por un objetivo que no creía. Luchaba por él. Por lo que quedaba de él. Nadie quería luchar en su contra. La falta de sueño y comida le hicieron ver algo increíble.
Los niños le miraban atentamente y perdieron sus vistas en el fuego. La historia les embriagaba, querían entender más de lo que podían comprender.
-       -    La peor de las noches dos lobos negros se le acercaron. Eran lo suficientemente fuertes como para despedazarlo, pero pasaron de largo. Entonces lo entendió todo. Se desnudó y empezó a golpear el tronco del árbol más grueso. Poco a poco, golpe a golpe sus nudillos se rasgaron. Mas el seguía. ¡Sus manos se harían añicos! Pero necesitaba demostrarse que había estado equivocado. Necesitaba caer en el barro, desplomarse una vez, para saber que nunca estaría acertado. Que no dejaría de ser idiota. El árbol no iba a caer por muchos porrazos que le dieran. Nadie puede golpear tan fuerte como la vida, pero se puede golpear lo justo para derribarse a uno mismo. El frío intenso de la noche le enseñó que cualquiera puede superar cualquier cosa sólo, pero que dejaría algo por el camino. Salió del bosque. No había dejado de ser idiota y seguía teniendo las mismas limitaciones.
      
    Uno de los hombres preguntó
-       -   ¿Cómo se llamaba?
-      -    Da igual su nombre. Podría ser cualquiera, a todos se nos reconoce por nuestros actos. Si alguno de vosotros se siente amenazado de verdad, pedir su ayuda. Es un símbolo. En la tormenta más violenta, cuando más lo necesites Él vendrá. A pesar de las leyes de la vida y la muerte. Aunque eso acabe con Él. Al final, estará ahí. Estará para el momento del Lobo.
-        -   Pero, ¿qué era lo que le hacía especial, aquello que le daba fuerza?
-        -   Dejarse ayudar.


sábado, 24 de noviembre de 2012

Fr05t

"Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego. Otros que en el hielo. Por lo que yo he probado del deseo, estoy a favor de los que apuestan por el fuego. Pero si por dos veces el mundo pereciera, creo que en cuanto a destrucción, el hielo también es grande y suficiente." Robert Frost (1874-1963)

viernes, 19 de octubre de 2012

Lo que sigue sin decirse en las universidades

Últimamente le he dado vueltas a varias cosas, debe ser que Dostoievski sirve para abrir la mente y que las ideas vuelen. "Tenacidad, trabajar para lo que quieras ser". Estos días, debe ser que hablar con amigos me alegra el alma, he pensado porque semana tras semana me parece que las películas que salen en cartelera, salvo excepciones, son muy parecidas. Después de darle muchas vueltas, creo haber llegado a una respuesta viable. "Las universidades ahogan a muy pocas universidades". El cine que antes se aprendía precisamente en una sala de cine o en un set de rodaje se aprende ahora en una clase sin perchas y sin enchufes. ¿Alguna vez han estado en un set de rodaje? Hasta en exteriores hay enchufes, y si no hay se hacen. Nos empeñamos en analizar las películas pensarlas, así algunas nos resultan un muermo, cuando muchas veces lo que hay que hacer es sentirlas, vivirlas. ¿Os suena esto? Es una idea del final de "El gran dictador" de 1940, con un par.
La vida es la materia prima de todo cineasta. Para que nuestras producciones sean buenas tenemos que saber, aprender, equivocarnos, equivocarnos mucho, querer, vivir. Y echar la mente hacía atrás para ver cuáles fueron las impresiones y sensaciones que nos dejaron los actos realizados. Recordemos el último año.
Escribí esto, evidentemente aún no había empezado a dar clases de C. Escrita. ¿Empezar por 1 de septiembre? Por favor, que novato. Bueno, es que era un novato. Ahora soy un novato de 2º y seré un novato de 3º y 4º si todo va bien. A las ilusiones de los primeros compases se me unió la ilusión de volver a trabajar con un amigo en una productora. ¡Nuestra propia productora! ¿Os lo podéis imaginar?
Luego vino el trabajo de Melancholia. ¡Cuántas veces os habré aburrido con eso! Creo que tanto como con Tarkovski, pero ya llegaremos. Conocí a mi asesor, Pablo Echart que es sin duda una gran persona y aporta mucho. Al menos a mí. También conocí a much@s otros y otras grandes personas, no voy a poner nombres por miedo a dejarme alguno y a no recordar 300. Y todos esos matices, cambios, recovecos que me quedan por descubriros. Para esto que conteste Edward Bloom por mí. Otros grandes descubrimientos fueron: uno que va de negro y con alzacuellos, Eduardo Terrasa,  profesor de Antropología. El otro es José Luis González, aquí lo encontraréis como profesor asociado, imparte clases prácticas de C. Escrita. Este último fue el que me enganchó a Tarkovski con una simple frase: "Tienes que verlo, te gustará". Y claro, le hago caso, porque considero que él sabrá muchísimo más que yo, porque me ayuda, porque me mejora, me hace mejor.
El tiempo pasa y no nos damos cuenta de todos los buenos momentos que pasamos. Ice Age, salí en otro montón de proyectos haciendo brevísimas aportaciones, pero es que no podía decir que no a gente que me lo pide cómo me lo pedían ellos, Night Terrors, o la práctica final de Escrita. De nuevo, gran trabajo Edu Cia. ¿Le gustó el suyo, Guillermo Sainz? El tiempo pasa, y pasa siempre más deprisa de lo que queremos, a pesar de que siempre pasa a la misma velocidad.
Vuela y ya es casi primavera y todos tienen problemas mientras yo me mato a trabajar en mil proyectos. Me unen a Velum, porque, Clara Frago... Clara, tú me uniste a Velum, muchas gracias. ¿Te lo he dicho alguna vez? Soy tan distraído. Mea culpa, intento solucionarlo a medida que me doy cuenta. Y llega primavera y parece que todo se quiere ir al traste a la vez. Afortunadamente cuento con amigos que me echan de sus problemas diciéndome que me merezco algo más. ¿Cómo voy a poder alejarme cuando más necesitas a alguien si, además, me dices eso? Bueno, si me amenazas y obligas lo haré. Pero yo ante la inmensidad de la vida soy un Antoine Doinel con barba. Y claro, veo Begginers, me emocionó, mezclo realidad con ficción y aprovecho la noche de mi cumpleaños para grabar, montar y colgar este vídeo. Como no, antes les dije la idea a Pablo Echart y Eduardo Terrasa que no sólo me ayudaron a mejorarla, además me animaron a seguir ese impulso, arrebato y grabarla. ¡Menudo día! Sin contar que desde ese momento la duda ha entrado en la productora, falta de recursos, y en toda mi vida pues se amolda la idea de que todo puede salir del revés.
 Ante el abismo montamos en nada un corto y lo rodamos una semana después de hacer el vídeo anterior. A las personas que me dicen de verlo, les prometo, prometo, prometo, que cuando me lo envíen del Alternatif os lo paso de alguna forma. Os dejo unas fotos, cuanto menos sugerentes.



Fracaso absoluto, todo sale mal. En todos los campos posibles. Después de 9 meses de trabajo y muchos malabares, y a gran pesar de mi alma, tenemos que congelar Melancholia. Mandar un gran proyecto al congelador y no sabes cuando va a volver, o si volverá. Comenzamos a quitar, cambiar muchas cosas de él. Yo al final me doy cuenta de que el error fue ese, ir de 0 a 100. Me separó de la productora, porque no creo que mi amigo y yo tengamos la misma percepción, ni parecida, porque no la tenemos. Hablamos, y los dos preferimos ser amigos antes que sólo compañeros de un trabajo al que ninguno de los dos le gusta. Es todo en plan que el cine es vida, y si no nos lo pasamos, tan bien como en las fotos de arriba, no nos gusta la vida. Todo va bien entre nosotros, seguimos siendo amigos, nos ayudamos, preocupamos, apoyamos y además trabajamos juntos en un programa de radio los domingos por la tarde. Es más, sabemos que juntos podemos hacer buenos trabajos como el de arriba y tan bien muy malos. Todo se basa en el esfuerzo y cuanto amemos la idea. 
Y aquí era a donde quería llegar yo. A la amistad. Esa que se mantiene leal a pesar de los errores y fallos de cada uno, que vamos y nos contamos los problemas, lo que nos pasa. Esa amistad que se parece tanto a los Stark. Mezcla de admiración y respeto junto a saber los errores del otro y que encima te gusten. El seguimiento al trabajo de todos los que puedo, menudas panzadas me meto leyendo en Tumbrl. Pero es lo que hay, sois el futuro y si ahora no os intento entender, ¿cómo voy a querer hacerlo luego? 
Hace un par de días mi amigo, me pidió un favor. Así lo dijo, un favor. Joder, claro que te hago un favor, dime cuál es, así le dije. Tampoco era algo tan, tan exigente, era echar una mano, dedicarle tiempo. Es lo que se hace con los amigos, se les dedica tiempo. Cuando aún no he terminado de echarle una mano, porque echar una mano a veces es un simple comentario en Tuenti o pegar algunos carteles por la ciudad, va y me manda un cartel, lo tenéis abajo. Sencillo, simple, tan fácil que se hace en 5 minutos, sin pedirlo me hace una sorpresa, un regalo. Todo regalo requiere un sacrificio, aunque sean 5 minutos. Pero ahí reside la esencia de la amistad. En que a pesar de las tormentas, de los momentos de bajón, tienes a gente que sigue ahí, que te llama para pedirte un favor, que hace ese favor. Para ser buenos amigos tenemos que saberNOS, aprenderNOS, equivocarNOS, equivocarNOS MUCHO, quererNOS, perdonarNOS, vivirNOS.  



Esto no se dice en las universidades. Hay que salir y buscarlo, como el corto. Compartimos las dudas, alegrías, miedos, bajones, los buenos libros. Porque esto es una búsqueda, una búsqueda por ser mejor, las búsquedas reales son torpes, patosas, complejas...como la vida. Las cosas malas, las cosas malas de toda búsqueda se olvidan. Nos quedamos con los buenos momentos, con las motivaciones intrínsecas, los arrebatos que nos llevan a trabajar toda una noche, con la pasión del cine, las cosas buenas, las risas. Que nos quiten lo bailao, si se atreven.
 Lo que sigue sin decirse en las universidades es que el cine es vida. "Que con un mal guión no hay dios que haga una buena película". Que nuestras vidas son buenos guiones y que nosotros tenemos que hacer que sean buenas películas. Entonces buscamos, aprendemos, nos equivocamos, nos equivocamos mucho, nos queremos, nos perdonamos. En fin, vivimos, vivimos sin miedo a los malos momentos que sabemos que están. Porque lo que sigue sin decirse en las universidades es "que tanto el éxito como el fracaso tienen los mismos componentes" que lo bueno y lo malo es algo pasajero, algo que cambia, que se sale de ello. Que en el éxito están todos y en el fracaso sólo permanecen los amigos de verdad. Los que buscan, los que se sacrifican, los que se esfuerzan. Pienso en toda una vida de amistad y la eternidad se me hace enana.


El oficio de la vida
Los oficios del cine



El esfuerzo merece la pena. Siempre. ¿Cuál será la próxima parada que compartiremos?

lunes, 15 de octubre de 2012

Mi verso

Prosigue el drama y no sé la voz de mi verso,
me pierdo, se escabullen las palabras y pistas;
busco en vano, anhelo el momento perfecto
y no encuentro ni vocablo, ni escena, ni rima.
Ya concluyó el primer acto y de momento
me hallo mudo y la crítrica me abomina;
leo por necesidad al otro,
hablo para confirmarlo.

Sigo, aún, sin frase de telón,
desorientado, sin megáfono de mi pensamiento
avanzo sin gana, sin ínfula,
sin expresión, ni seria, ni bufa,
sin gracia, amor, ni vida.

Entonces miro mi vacío y sufrimiento,
abominable, odioso, destestable escarceo.
Cuidades de excrementables necios,
cuadrillas de amigos desleales;
el tiempo no pasa, sólo nosotros, nuestra escena.

Pero mi palabra puede cambiar el mundo
y no me sale Tío Walt.
Si en lugar de buscar pienso y siento.
Estoy vivo, existimos, somos bárbaros.
Me detengo en tu puerta, en tu entrada, en tu casa
y lo digo todo con nada;
tu felicidad, tu amor, ese es mi verso.

martes, 4 de septiembre de 2012

El buen mago

El mago agarra su chistera y ve un papel pegado dentro que decía "Eres feo"; hace una muesca que para los espectadores es una sonrisa de supremacía y saca un conejo de la chistera. ¡Magia! ¿Para qué estaba el papel? El papel forma parte del espectáculo, el papel está colocado de forma deliberada por el mago. El mago se burla de sí mismo para dirigir su pensamiento y, a la vez, engatusar al público.
Todos saben que es un truco, un engaño visual, que hay una trampa, ingenio, triquiñuela, intriga, que es algo irreal pero en ese momento parece algo fantástico, sublime, REAL. El buen mago termina la función y se marcha; ya ha hecho su trabajo y lo ama, ha hecho lo que necesita y no lo alarga. Corrige, es decir, acorta.
El mago de televisión saca la magia a la calle, tiene contacto con el espectador, repite el truco y lo repite y lo repite y lo repite y lo repite hasta que desvela el truco. Lo despoja de todo aliento vital que pudiera tener este. El buen mago sabe mantener la distancia; si eres capaz de robar el diario de un asombroso mago descubrirás que no cuentas con las aptitudes suficientes para leerlo. Está encriptado. El diario es su alma; ahí están todos los trucos, engaños visuales, trampas, ingenios, triquiñuelas, intrigas. Nadie puede poseer una opción a resolver el enigma; entre bastidores las cosas son feas y sucias, mientras el público ve algo que lo distrae del mundo y le parece maravilloso. 


Todo gran espectáculo de magia consta de 3 partes. La presentación. El mago como comunicador necesita captar la atención del público. De ahí que se ponga un traje o lleve unos lustrosos zapatos. Con eso no sólo consigue centrar la atención en sí mismo, imposibilita que la gente centre la atención en sus manos; las libera. Entonces coge algo aparentemente normal, sin ninguna capacidad. La segunda parte es La actuación. El mago transforma lo que aparentemente es vulgar en algo extraordinario. Intentas averiguar el secreto, pero no puedes. Usa frases cortas. Breves. Dos palabras. El tercer acto es el más largo es El prestigio. Lo imposible se convierte en posible pues el mago revierte ante la mirada atónita de todos aquello que haya hecho. El público ha visto algo que jamás había podido imaginar. Ese hombre consigue hacer lo que otros magos pretenden y no logran. Los aplausos estallan. El buen mago corta los aplausos porque lo verdaderamente para él ha ocurrido mucho antes, nada más empezar. Él va al camerino y se quita su bonito traje, o americana a rayas, y sus lustrosos zapatos. Se viste con ropas corrientes y hace una vida corriente. Puede estar en cualquier lugar y pasar desapercibido pero en su fuero interior hay un único pensamiento. Se trata de un truco, un engaño visual, una trampa, ingenio, triquiñuela, intriga. El nuevo espectáculo. El sacrificio que hará para que todo el mundo se quede perplejo. El mago excepcional sabe que lo verdaderamente importante ocurre cuando logra captar la atención del público y atraerlos a donde él quiera. No quiere llamar la atención, sino captar la atención. Y les roba el tiempo. 


¡ABRACADABRA!

jueves, 30 de agosto de 2012

Nuestras Guerras

Perdió a sus seres queridos y quiso creer que la solución era la que todos decían. Se alistó para salvar al mundo de una amenaza. Una vez ahí vislumbró lo que ocurría en realidad; lo llaman mal necesario. Había perdido a un ser querido y le serían arrebatados muchos más; ahora era otro instrumento; su elección fue madurar rápido o morir muy lentamente.

domingo, 26 de agosto de 2012

Cuando éramos honrados mercenarios

No es el ciclismo el deporte muerto, lo que está muerto es el periodismo. Muerto y sepultado y sin intención de resucitar ni en 3 días ni en 40 años. La última perla, joya, trabajo cutre y desastroso ha sido con el caso de Lance Armstrong. Empezamos hace dos días con la copla de que Lance perderá todos sus triunfos en la ronda gala y desde ese momento hasta ahora no he visto ningún periódico defender al estadounidense.

Primero porque no es español, si fuese el caso Contador la noticia sería apellidada de manipulación, cacería o envidia en el segundo cero. Segundo porque nadie se ha hecho ninguna pregunta, y por lo visto no parecen dispuestos a darle a las células grises, así que atacaré lo que muchas veces he defendido.
El ciclista se había cansado de luchar, normal, esto no es nuevo, se lleva atacando a Lance desde 1999, defenderse durante 13 años agota hasta el mismísimo Chuck Norris. A todo esto que al norteamericano nunca le ha sido detectado un solo positivo en su carrera como bien dice Abraham Olano , exciclista y actual director técnico de la Vuelta. ¿Saben a quién si se le detectó una sustancia ilícita? A Contador; y en ese momento bien que lo defendísteis; pero yo no acusaré da nada a alguien que se le detecta un picogramo. No sólo eso aquí tengo la publicación de JotDownSpain sobre el dopping de Armstrong; y claro como JotDownSpain es lo más; pues eso. Pero aquí tenemos la declaración de Tyler Hamilton y su punto de vista. ¡La UCI RECHAZA LO QUE DICE! Aunque todos sabemos que la UCI estuvo ayudando a Lance a ganar esos 7 Tours de forma consecutiva porque Tyler Hamilton es un hombre honrado, más si lees su biografía. Según él la mayoría del pelotón se metía, entonces por qué la UCI pilló a todo el equipo Festina en aquel tour ganado por Il Pirata, Pantani y no han pillado a nadie más. Mas todos sabemos que Tyler Hamilton es un hombre honrado y que ustedes señores periodistas son unos honrados profesionales. Entonces puede que algunos me hablen de Floyd Landis y lo que declaró, porque Landis, como todos sabemos, es un hombre honrado.

Menos mal que los ciclistas españoles parecen tener la cabeza mejor asentada, a pesar de tanto pedaleo, que las personas que escriben en los diarios; esto es lo que opina Óscar Pereiro, ganador en 2006 por doparse Landis. Uy. Señores que escriben los periódicos no les interesa decir la verdad y sólo la verdad, tienen que vender periódicos, si fuese de otra forma todo el mundo se habría enterado del lamentable proceso de Roberto Heras. Roberto Heras, gregario de Lance y posiblemente uno de los más allegados e inseparables al americano comentó esto hace un mes. Lástima que Heras sea un dopado, ay, que no, que no lo es. Y en esta entrevista, el periodista con toda la cara más dura del mundo, sin querer, nos muestra la verdadera cara del asunto cuando dice "Vamos a dejar esto porque se está convirtiendo en una apología de Armstrong". Nadie duda de ustedes, señores periodistas, ni siquiera cuando muestran el plumero, nadie. No pasa nada, ni cuando te encuentras con publicaciones como esta. ¿Habíamos dicho antes que nunca se le ha detectado un solo positivo a Lance? Uy, que despistado soy. 

Termino con Lance. Se me antoja el beneficio de la duda por ser una persona de intachable calidad deportiva, no como la selección española de baloncesto a la que admiro, se me antoja que los dopados dicen que se dopaba y los no dopados opinan que esto es un disparate y se me ocurren algunas preguntas; lo que resulta ser lo más necesario en el periodismo. ¿Se doparía y más mediante transfusiones un ciclista durante una prueba o sería conveniente pincharse antes para que no se le vea en los brazos la marca de un yonki? ¿Se pincha todo el equipo junto y a la vez como si fuese una orgía? ¿Tendrá algo que ver que la fundación de Lance de investigación del cáncer halla ganado 700 millones de dólares? ¿Se duda de la UCI y del Tour en favor de una organización estadounidense? Claro que nunca los americanos nos mintieron. Y que la centenaria carrera no ha tenido a grandes corredores y por eso podemos dudar de ella. 

Garin, Merckx, Indurain, Bahamontes, Anquetil, Pulidor, Ocaña, Thévenet, Hinault, Lemond, Delgado, Chiappucci, Rominger, Zülle, Riis, Fignon, Parra, Virenque, Ullrich, Vinokurov, Beloki, Pantani, Kloden, Basso, Mancebo, Menchov, Sánchez y un largo etcétera son unos cualquiera no saben y gracias a ustedes, señores que periodistas nosotros podemos enterarnos de lo que ocurre de verdad; porque todos son unos tramposos. Permítanme que les tutée. Sacar pecho de glorias pasadas está bien, pero no sois Zola, ni Orwell, ni Hemingway, ni Kapuscinski, ni Murrow, ni Bernstein o Woodward, ni Gil Moreno. Sois palomas mensajeras a las que dan un mensaje y lo vomitan con palabras bonitas y adornos pseudoliterarios como el de arriba de Shakespeare, pero es que me apetecía sentirme como vosotros, me apetecía sentirme escoria y creer que soy un creador de opinión, una mente independiente. Yo, que no soy una mente adelantada, ni un gran pensador, he tardado dos horas en recabar toda la información y escribir esto. Yo, que no me dedico a esto, intento hacer las cosas bien porque hacerlas mal es muy fácil, es lo que hacéis vosotros. Todos los periódicos españoles en contra de un hombre al que nunca le han pillado por dopaje, todos los periódicos encubriendo una mentira cuando se supone que buscan la verdad, pero la verdad no vende. Todos los que pensáis igual, sin contrastar, ni buscar, ni dudar de lo que os dicen me dais asco ahora. Y lo peor de todo es que algunos de vosotros sois el futuro del periodismo, si es que reproducir mensajes como cacatuas se puede llamar periodismo. 

Cuanto hecho de menos cuando éramos honrados mercenarios.

domingo, 19 de agosto de 2012

Puro egoísmo

Iba con prisa; tenía que ejercer de técnico de sonido y para colmo estaba en la otra punta de la ciudad cuando me lo comunican. Corría hacía mi vehículo cuando lo vi. Un hombre de pie, con dos guitarras y gafas, enfrente al consulado italiano en Pamplona. Iba con prisa y por eso me paré. El hombre ya se había sentado y abría uno de los estuches, era una Fender acústica. Fue la mirada, la mirada de alguien que debe dejar a alguien con el que ha compartido tantas cosas que sólo es capaz de darse cuenta cuando se tiene que separar. La mirada a su guitarra.
Miré a los lados, nadie parecía percatarse de lo que ocurría, la gente caminaba demasiado ocupada o demasiado desocupada para observar lo que sucedía. ¡La gente no se percataba de la realidad! Pude irme, pero el sentimiento egoísta me venció, así que me acerqué al hombre. Estábamos tan cerca que si alguno de los dos hubiéramos dado un movimiento en falso nos habríamos golpeado. Alcé mi mano y me la dio.
-¿Tocas?- me preguntó.
- Cuando se tercia- y en ese momento se terciaba.
Así que el hombre me dejó la otra guitarra y me extendió una púa que rechacé mientras me colocaba el instrumento. Toco mal, o medianamente regular, pero cantar es otra cosa muy diferente.
-¿Wish you were here? - me preguntó.
Asentí porque no podría haber otra canción mejor que tocar, porque es una de las diez que me sé de memoria y de esa forma no haría el ridículo delante de la bandera italiana. El hombre me dejó cantar al empezar a escucharme. Yo cantaba por primera vez al universo, porque ni juntándose dos personas a tocar en la calle hubo alguien con la decencia de detenerse o aminorar su paso. Él tocaba muy bien, se notaba que llevaba muchos años tocando, muchos amores por rasgar seis cuerdas; pero el tiempo es cruel y no deja pasar ninguna.
Al terminar le devolví la guitarra y le di la mano, no había arreglado nada de su vida; sin embargo, ahí estaría en su mente el día en que alguien se detuvo cuando todos caminaban a lo suyo, sin querer mirar a otro lado. Todo ello porque me recordaba a la última escena de "Hasta que llegó su hora"; Cheyenne ya herido de muerte le dice a Armónica: "Oye Armónica, cuando te toque a ti, reza porque sea alguien que sepa donde dispara". Me recordaba a la escena porque él estaba en esa situación y yo; ya sea por el tiempo, la propia naturaleza, yo mismo o alguien que quiera derribarme tendré que pasar por ese trámite. Y espero que  lo que sea sepa donde dar, porque no quiero verme en la situación de ese hombre y encontrarme que no hay quien se detenga, que no hay nadie y nunca lo hubo. Lo llamo puro egoísmo, aunque quizá sea solidaridad por si alguna vez deambulo como Cheyenne.

sábado, 11 de agosto de 2012

A los directores en potencia

Esto no lo enseñan en ninguna universidad, pero es casi lo más importante que un director, realizador, jefe de escena o como quieran ahora nombrarlo debe saber. Detrás de estos y las grandes estrellas hay una legión: técnicos, cámaras, guionistas, scripts, maquilladores, diseñadores, figurinistas, electricistas, figurantes, empresas de catering, gente que trabaja tanto como tú o más y nunca va a asistir a esas galas tan caras y elegantes que vemos en la tele o en streaming. Como dijo Álex de la Iglesia: "Hay que ser humildes". Un grupo de PROFESIONALES, ya sean de distintos países y no hablan un idioma común son capaces de hacer una película sin un director, algunos dirán que eso es imposible, pues a mediados del S.XX en Francia pusieron a un hombre con una pipa de director, sólo tenía que fumar y asentir con la cabeza, el experimento fue positivo. A los directores en potencia les digo que el orgullo no es una parte del trabajo, que, en realidad, no son tan importantes, que esto es más un oficio de artesanos que una industria.

Recuerdo cuando decidí de verdad intentar que en mi vida me dedicase a ofrecer entretenimiento al resto de seres humanos con ficciones, ficciones salidas de un libro o de la mente de un guionista y de los cientos de mentes que trabajan en esa producción, recuerdo ese día y os lo voy a relatar. En 2007 tenía por fin la oportunidad de conocer, siendo consciente y no un bebé dormilón, a Roberto Bodegas Rojo asistiendo al Noveno Festival de Cine de Arnedo, el Octubre Corto; o quedarme en casa y salir de borrachera a la discoteca, al bar, o adonde fuese en 2007. Podía aprender o podía disfrutar del momento, esta claro que es lo que hubiese elegido un existencialista, yo elegí ir a Arnedo. Y me fui para conocer "a los Bergman, Godard y Richardson" españoles de los sesenta y setenta. A conocer, como dijo Félix Linares a "Roberto Bodegas es un cineasta, pero también es, de alguna manera, todos los cineastas españoles.
Conocí a Christian de Chalonge, a Antonio Pérez, a Guillermo Maldonado y a Sancho Gracia, o lo que es lo mismo a aprender, y mucho, de 200 años de experiencia acumulada entre esas personas. Fui a aprender los oficios del cine. El oficio de la vida.
Aún persiste en mi memoria esa noche sin miles de fotógrafos apretando obturadores, sin una larga alfombra roja, pero con una sabiduría que no encontraré en ningún otro lugar, unas ganas de enseñar, de hablar, de recordar, de animar. Recuerdo hablar con mi tío abuelo, mi madre le dijo que también quería dedicarme al cine y él me miró seriamente y me dijo: "No te metas en esto que es muy duro" porque sabe lo que es el oficio; acto seguido me sonrió y guiñó el ojo, porque sabe que si uno se sacrifica todo es posible, eso lo sabe muy bien. Saludé a Félix Linares y nos firmó un libro, mi padre y yo le preguntamos por su salud, en aquella época había faltado en dos ocasiones a su programa de LND, lo cual era bastante raro. Escuché a todos, pues ¿acaso no tenía yo más que oír que hablar? ¿acaso no tenía ante mí al buen oficio, a lo que quería, quiero y querré ser? Y recuerdo, estos días más, cuando me despedí de Sancho Gracia después de toda una tarde y una noche escuchando hablar sobre cine, aprendiendo sobre cine, viviendo el cine. Lo recuerdo de pie con su traje y su mano extendida para estrecharla con la mía, recuerdo el dársela y el apretón, y recuerdo con la frase que me dijo con una sonrisa, valga el tópico, de oreja a oreja porque era enorme su sonrisa en aquel momento: "Te pareces a Roberto, eres igualito a El Chino. ¿Menudo es, eh? Encantado de conocerte, a ti te llamaré Chino 2" levantó su cabeza, y me desordenó y reordenó el peinado y dejo su mano en mi hombro. Lamento mucho la muerte de aquella persona esta semana, demasiado.
También recuerdo a mi tío hablarme cuando íbamos al coche "El truco está en que no hay truco, uno es lo que se hace, lo que hace, eso te lo habrán enseñado ya tu padre y tu abuelo. Aprende, no solo mires, observa, mira todo el cine que puedas y si alguien te recomienda algo, míralo cuanto antes. Vive el oficio y el oficio te dejará vivir". Y aquello vale más que los miles de euros de matrícula en la universidad, porque el cine está ahí, en saber sacrificarse, en estar jodido, en elegir el camino complicado que te pone la vida.

A los jóvenes realizadores, cineastas, directores o como quieran que los nombren ahora, el cine no es la fama, el cine no son los fogonazos de los fotógrafos que quieren la mejor instantánea que les puedas ofrecer esa noche, el cine es trabajo continuo, sacrificio, dejar de emborracharse una semana para aprender de verdad, dejar de emborracharse para ir a la hora acordada a los ensayos porque quizá ese día sea el cumpleaños de la madre de tu jefe y él se ha levantado a las 6:00 para preparar todo, sorprender a su madre y poder estar en ese ensayo porque esa es su obligación; el cine es ir a ver localizaciones un sábado a las 1:00 en lugar de irse a casa después de mamar botellines de cerveza con los amigos, es ir a Burguete a -12º para ver la zona; el buen cine es no creerse tan orgulloso y creer que lo sabes todo y sacrificarse. A los jóvenes cineastas, directores, realizadores o personas, la industria del cine puede cambiar, el oficio, la esencia no. Los oficios del cine son sacrificios; son el oficio de la vida.

lunes, 6 de agosto de 2012

Todos los animales somos iguales...

Veo muchas picas adornadas con cabezas y poca revuelta popular, este rey más loco que Aerys Targaryen no tiene Lannister que lo mate ni por la espalda. Realmente lo que veo es una purga en la RTVE poco ruido y, para colmo, no es época de nueces. Tampoco me extraña, Cospedal ya dejó entrever que Ana Pastor iba a durar poco cuando llegasen las gaviotas a dormitar en La Moncloa. Estoy seguro que si no asediasen los mercados de (des)valores y los fueras de juego del Conde Draco el cambio se hubiera dado bastante antes.

Tanta sangre derramada me desvela, más, y hace hacerme algunas preguntas. ¿Por qué despiden a gente que ha duplicado los espectadores en sus respectivos programas como Juan Ramón Lucas? ¿Por qué despiden a gente que hacia que más jóvenes viesen la cadena pública, o oyesen sus ondas? ¿Por qué destrozan sus programas punteros? ¿Son todos unos rojos sectarios dictados por el PSOE más maquiavélico? ¿Los controla (Miramicalva) Rubalcaba, (Tomás Moro) Tomás Gómez o (Machón) Chacón? Y lo más interesante de todo, ¿quién hace de Hamlet?

En estos tiempos en los que tenemos un ser de derechas que usa el nombre de George Orwell en Twitter no me es extraño que la historia suceda de una manera y la escriban ese mismo día en los libros de historia de otra forma. Este es un país que desprecia a los perroflautas, pero que venera a Jesucristo y se olvida que él expulsó a los mercaderes del templo, no obstante puede ser esto un recurso literario sectario, profano, blasfemo y más rojo que León Trotski.

Da igual cuántos oyentes o televidentes agrupasen delante de esos aparatos cada vez más inútiles, da igual cuántos premios nacionales e internacionales hayan ganado, da igual cuánto expriman a los trabajadores con recortes criminales, da igual cuánto se parezcan esos millones de parados al caballo Boxer.

Tampoco nos parece preocupar mucho que muchos de nuestros políticos sean cerdos chillones capaces de convencernos con argumentos sospechosos de lo que realmente hicieron. Da igual cuántos Benjamines estén callados ahora por la ancha Castilla, o los perros que sean criados desde cachorros para pensar, actuar y ejecutar a conveniencia de algunos. Da igual, da igual que Ana Pastor pusiera contra las cuerdas al presidente de un país donde se cercenan las libertades porque hoy resulta que dejarse caer el velo fue una gran falta de respeto. Da igual las palabras de Toni Garrido en su última entrada porque eran pura propaganda panfletaria. Así opinan quienes antes opinaban que la entrevista fue una de las mejores del periodismo español e internacional o que la última entrada decía la verdad sin idolatrías de ningún tipo. Ciudadanos, realmente no es vuestra la RTVE, ni el poder del Estado Español y si me apuran, ni sus propias vidas son suyas sino de una clase de hombres, y mujeres, que por propia gracia de ellos, y ellas, se ven dispuestos, capaces y preparados para dirigir un país o para sacrificarlo si el gran "Cthulhu mercado de valores" lo reclama necesario.

Los nuevos periodistas no deberían leer siquiera a Orwell o Kapuscinski no vayan a decir "El jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado" o "El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse". No vayan a hacer que otros piensen por ellos mismos. Los nuevos periodistas deben servir fielmente al partido, al partido único; a la clase política. Tienen que hacer preguntas que se puedan contestar con un "Hacemos lo que tenemos que hacer", no quieren personas que se pregunten "¿Qué es lo que van a hacer?" Aunque a veces si las quieren, pero sólo para perseguirlas y expulsarlas como a Snowball de una ficticia nación libre.

Porque esto no es una purga, ni la subida del IVA un impuesto, ni los fuegos provocados tácticas para urbanizar tierra virgen, ni la bajada del Ibex 35 cada viernes una oportunidad de comprar y de ganar millones cuando consiga recuperarse y aumentar unas décimas el martes o el miércoles, ni este post una gran metáfora con Rebelión en la granja, ni es verdad que nada de lo que se diga antes de un pero es mentira; porque "Todos los animales somos iguales, pero algunos animales son más iguales que otros "

viernes, 13 de julio de 2012

Unamuno

Universidad de Salamanca, la Legión Española el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo con motivo de la celebración de la Fiesta de la Raza. El General José Millán-Astray hace un discurso atacando a las Vascongadas y Cataluña calificando a estas regiones como "cánceres en el cuerpo de la nación. Elfascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos. "
Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema "¡Viva la muerte!". Millán-Astray responde con "España una grande y libre"
Miguel de Unamuno, que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice: "Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo , dice Unamuno señalando al obispo de Salamanca-, lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona. Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!" y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor."
En ese momento Millán-Astray exclama irritado "Muera la intelectualidad traidora", "Viva la muerte"
Miguel de Unamuno, sin amedrentarse, continúa: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."

miércoles, 11 de julio de 2012

Opiomanía


Sé que el amor es cruel como tú,
pero no sé si es real,
o todo es un sueño
y estoy muriendo en un bar.
Una larga y manchada barba
que es la mía en el suelo.
Carmín de barro en la cara,
aroma de vodka en el cuerpo.
Intenta salvarme la propietaria
ella es la única capaz de comprenderme,
la única que sabe que estoy solo;
pero lo hace para que no muera ahí.
¿Qué se siente al ser James Dean en feo?
¿Se podrá ver tras las lágrimas?
**************************
Un sueño dentro de un sueño
y las campanas plañideras del muerto.
Este es mi féretro
y la muerte camina
en ensoñamientos fantasmales
y al sueño le falta verdad;
y las caricias irreales
son las rimas usadas por poetas;
necesito ilusiones y no cristales llameantes
por olvidar verdaderos amores,
buenas intenciones
********************
Sé que lo digo demasiado
pero no me quieres
ni me quiere Morfeo,
y eso no lo veo,
no entiendo lo del hado.
Bebo de las hadas verdes
sus fluidos vaginales
para poder “descansar”,
y eso no lo veo,
lo de reposar.
Llego a casa como un muerto
y me invade la incertidumbre del miedo
¿Cuándo dejaré de causar terror?
Y eso no lo veo
ni en un futuro incierto.
**********************
Ante la oscuridad se atemorizan
y solo entienden palabras.
¿Qué harán ante la vida?
No actúan, no hacen nada,
sin embargo el cordero sangra,
permanece intacto el cordón umbilical,
persiste la noche estrellada,
se precipita un Hispano-Suiza
al ocaso albar de Barna,
a un puente con aires de ruina.
Opiomanía.

jueves, 7 de junio de 2012

El trofeo de la humildad

Hoy Goliat visita la tumba de David,
hoy, ayer y siempre termina la vida.
Y desde ahora ya no estará en la banda,
lanzando gritos, pidiendo una demanda
de atención, sacrificio, un gol en la ida.

Vida de soldado de primera fila
guerrero herido de pocas palabras
y de la verdad cuando hablaba.
Hoy el grande tu virtud asimila.

Demostrador del poder de la humildad
MI admiración va más allá de la profesión,
va por todos a los que causaste emoción.
Por tu normalidad y esfuerzo día a día.

¿Cuántos trofeos pueden equipararse a tu lado?
Por tu carácter individual,
tu dolor, tu manera especial
de hacer de la tragedia una comedia griega.
Porque tu nombre debe figurar en un estadio.

Yo también creo que el campo del Sporting debe llamarse MANOLO PRECIADO.

La mesa de los locos soñadores

Hoy algo me ronda por la mente y me impide cumplir mis obligaciones. Creo que el S. XXI está empezando a tomar la forma del siglo de la falsedad. Ya no nos enamoramos sino que sufrimos atracciones hormonales, llamamos a los errores experiencia, ya no nos comunicamos sino que nos tuiteamos, ya no hay perdón sino una prorroga pasional, las manos ya no tocan otras manos y en lugar de enfrentarnos a nuestros problemas rehuimos a eso para criticar a otras personas. Y oigan, eso no me parece.
Creo en el esfuerzo. Pero en el esfuerzo de verdad y no en el esfuerzo de última hora por cumplir y quedar bien. También creo que si no te esfuerzas, si no haces algo, aunque ese algo sea cometer un error, sólo puedes esperar a tener suerte. Mirando a la calle no veo eso, no veo que el esfuerzo sea recompensado, al contrario, veo demasiados desconsolados. Ahora pienso en concreto, sueños, personas, proyectos, ilusiones y gente que intenta mermarlas. Porque da igual tu posición, cuando te lanzas a la búsqueda de ese algo siempre hay personas que intentan destruirte. ¿Por qué? Porque ellos no tienen el valor suficiente para hacer lo que tú haces, porque viven esperando golpes de suerte. Porque la autocrítica no tiene cabida en este país. Apenas hay gente que lo haga.
Estoy recordando conversaciones de personas que me criticaban algún comportamiento o objetivo al que costaba llegar y simplemente ell@s habían hecho todo lo que podían y todo lo habían hecho bien. Existe esa gente. Y ahí te quedas tú con cara de ñandú sabiendo que siempre se puede hacer algo más y algo mejor, que siempre cometes pequeños errores y lo que haces es que tus aciertos se vean más que tus errores. Y te toca tragar otra tempestuosa crítica que muchas veces no solo no mereces sino que se la debería dar a sí mismo la otra persona.
Pienso en esas personas que no sólo tienen proyectos, sino que los intentan llevar a cabo. Muchas veces apenas les conozco, pero les sigo desde la oscuridad que me proporciona sentarme en la mesa más alejada del bar. Estás ahí cuando eres necesario y no como muchas otras personas que solo están ahí cuando las cosas van bien. ¿A cuántas personas has ido abandonando a lo largo de un año? Esas personas lo hacen para sentirse cómodas. ¿Pero cómodas en qué, en la falsedad?
Yo me emociono cada vez que alguien se acerca y me dice que ha visto algún vídeo, me sigue por la radio, ha leído cualquier cosa escrita por mi puño. Me alegro, y me alegro sean las 12 como las 02. Me alegro aunque esa semana haya dormido una mierda. Y por eso no me gustan esas personas cercanas que muchas veces impiden a otras personas que te digan algo. Forman como camaradas de emociones y sentimientos que tú has causado en otras personas pero que nunca vas a poder saber porque, sencillamente, a otras personas les parece que no te mereces, que en realidad no eres mejor que ellos aunque ellos se pasen más tiempo de fiesta en fiesta que trabajando. Porque hoy en día hasta conseguir una sala para ensayar conlleva hacer gestiones.
Muchas veces no se reconoce tu trabajo, pasa más a menudo en la realización, porque el hecho de estar detrás, dirigir a una orquesta de personas se diluye con lo que se ve. O porque en lugar de poner quien ha sido el encargado de la fotografía te ponen como colaboración. Colaboración, muy bien, pero, ¿en qué? Igual es justo lo que sobresale.
Me apena saber que siempre habrá ese tipo de gente, gente del mínimo esfuerzo, del vamos a preparar esto para mañana te llamo pero no sólo no tengo nada preparado sino que espero que me lo prepares tú. Y también me alegra saber que siempre hay personas que siguen de cerca tus progresos por pequeños que estos sean, que hacen un poco como tú, escondidos en la oscuridad de la última mesa te observan entre bocanada y bocanada a la pipa. Al final te acabas rodeando de esas personas y acabas haciendo cosas con esas personas y en cuánto al resto, pues terminan siendo tu Rufus Wilmot.

PD: Siento expresarme tan mal.

jueves, 31 de mayo de 2012

Veneno

Corre lentamente por mis venas
lo que mató a tantos seres;
se expande cual fuego por la ladera
arrebatando fugazmente el resto de atardeceres.

Corre lentamente sabiendo que tengo un alma
pobre y desarraigada que perder;
monstruo interno cruel que desgarra
todo aquello que no quise vender.

Lucha constante contra el dolor,
el conocimiento no me hace sentir mejor;
siento perder el control
de lo que pasa en mi interior.

Las heridas provocadas por cristales
son ahora horrendas cicatrices
que curé con lágrimas y vinagre,
pero no empiezan ahí mis males.

En peligro de extinción cual lince
entre los campos solitarios de centeno,
soñé despierto un imposible
que chocó con la realidad; mi veneno.

martes, 15 de mayo de 2012

Un honesto deseo de futuro


"Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de la soledad, mofa de las cosas de este mundo; un honesto deseo de futuro". Edgar Allan Poe (1809-1849)


Hoy he estado leyendo a una escritora bastante poco conocida por el público en general, Francis Sargent Osgood. Y como todo autor poco conocido tienes que llegar de alguna manera a su obra. Su descubrimiento para mí es sencillo: También fue famosa por sus intercambios poéticos con Edgar Allan Poe. Y no sólo fueron intercambios poéticos. Todo empezó con una crítica de Poe en una conferencia. El bostoniano le declaraba un gran futuro. Ella, también bostoniana le envió una carta diciéndole "es conocido como el crítico más duro del momento" lo que significaba que el elogio la había impresionado profundamente. 

Se conocieron en 1845 cuando Virginia, la mujer de Poe, sufría un avanzado estado de tuberculosis y Frances estaba separada, que no divorciada, de su marido, un desconocido pintor y muy conocido promiscuo. Virginia aceptaba la relación que tenía Poe con Frances, es posible que en su estado y conociendo a su primo quisiera que alguien lo cuidase y amase. Para Poe, Frances era un calmante. Sólo para impresionarla dejó el alcohol. Pero no todo era una cristal rosado, muchos criticaron esa "relación" difamándoles; y como las historias ficticias en la realidad esto terminó destrozando a la pareja. La también poetisa Elizabeth F. Ellet, cuyo afecto había despreciado el escritor, difundió rumores sobre los dos, llegando a comentar a Virginia las presuntas faltas cometidas. Ellet sugirió incluso que el tercer hijo de Osgood, Fanny Fay, no era de su marido, sino de Poe. Osgood, en un intento de preservar su honor, envió a Margaret Fuller y Anne Lynch para pedir a Poe que le devolviese las cartas que le había escrito a fin de destruirlas. En julio de 1846 el marido de Osgood exigió a Ellet que pidiera disculpas a su esposa, si quería evitar ser demandada por difamación. Ellet respondió en una carta retractándose de sus declaraciones y culpando de todo a Poe y a su esposa Virginia. Desde 1847, Osgood y Poe no volvieron a relacionarse.

El 3 de octubre de 1849 fue encontrado un borracho con evidentes síntomas de delirium tremens por las calles de Baltimore, ese borracho era Poe. Murió el 7 de octubre, no tuvo ningún momento de lucidez durante esos días. Dos días después de la muerte de Poe, apareció un obituario firmado por un tal "Ludwig", que luego se reveló era realmente el crítico y antologista Rufus Wilmot Griswold. Griswold, quien más tarde se convirtió en el albacea literario efectivo de las obras de Poe, fue realmente uno de sus rivales literarios, y quien posteriormente publicó su primera biografía completa, retratándolo como un depravado, un borracho y un loco turbado por las drogas, y llegando incluso a falsificar cartas del poeta como evidencia de ello. Se cree que gran parte de la evidencia utilizada para construir esta imagen fue forjada por Griswold, y a pesar de que muchos amigos de Poe lo denunciaron, ésta fue la interpretación que tuvo un impacto más duradero.
Frances volvió con su infiel esposo en 1947, ya empezaba a padecer la tuberculosis que se la llevaría, él la volvió a abandonar y solo regresó cuando su estado era crítico. Murió un año después que Poe, el 12 de mayo de 1850. 

Esas cartas que Poe no quiso devolver para salvarlas del fuego me han inspirado. El fuego que no quema salvando del fuego que acaba con lo que debería ser eterno. Ahí va mi pastelada:

¿Anhelas que te amen?
No pierdas tu gracia,
ni tu forma de sentir
porque aquellos que anhelen
tu sonrisa para vivir
te querrán por tu ser,
por tu forma sutil.
Por aquello que has de ser
te admirarán sin fin
y la espera para mí
será un gozoso...deber.


viernes, 11 de mayo de 2012

Compañeros de viaje

Todos los días leía el periódico. Empezaba por las esquelas. Quería saber si él había muerto. Leía el periódico en el bar, el mismo desde hace más de cuarenta años. El dueño del bar era desde hace ocho años un hombre del Este. De pelo corto y cara cuadrada, no hablaba mucho por las mañanas. Ella bajó a la misma hora de siempre. Eran algo más de las siete de la mañana.
 - Un cortado, por favor-pidió la mujer.

Tomó el periódico, no estaba el nombre que buscaba. Se tomó el café con calma, ya no trabajaba. Pero ella había sabido sobrevivir sola. A pesar de los golpes. La habían abandonado en el altar.

Él, un hombre guapo, alto y con recursos, había huido en el último momento. Con el tiempo era preferible pensar que lo hizo por miedo al compromiso, a la responsabilidad. Así que salió adelante como pudo. Claro que amó a otros hombres, pero nunca pensó en casarse. Ahora vivía sola.

Cuando acabó con el periódico dedicó un largo tiempo mirando a las personas que había en el bar. Para ella parecían personas cansadas, viejas, sin apenas esperanzas. Agonizando. Enfrente dos hombres jugaban a las cartas, ambos mayores, ancianos. Conocía a los dos. Había hecho el amor con el hombre de la derecha hacia unos treinta años. Por aquel entonces era un hombre de ojos verdes, rubio, trabajaba soldando y fumaba dos paquetes de cigarrillos al día. Ahora apenas tenía cabello, le costaba levantarse de la silla y tosía al entrar en un ambiente cargado. El hombre de la izquierda le convenció de comprarse una moto a principios de los sesenta. Gracias a esa decisión consiguió varios empleos. Hacía décadas que tiró la moto.

En ese momento entró un hombre calvo, de unos cuarenta años, ojos azules rasgados, portaba una guitarra. Pidió un café para llevar. Se marchó al recibir el pedido y pagar. Temblaba. Al salir el anciano de la derecha comenzó a llorar. Lo hacía cuando recordaba a su difunta mujer. Nadie se acordaba de la fecha su fallecimiento. Uno se veía incapaz de ayudar en aquel momento.

- Era tan bonito y tan triste. Reíamos juntos, lo triste era que solo nos podíamos reír de una manera -el viejo soldador le puso una mano en el hombro.
- Dimitri, ponle un pacharán -dijo.

La mujer veía la escena, ya le parecía algo normal. Reflexionaba sobre aquellos hombres que tenía enfrente. Pinceladas de lo que fueron, grandes cuadros que el tiempo echa a perder. Dejados a su suerte, ella misma había sido abandonada. Y se las apaño. Ellos tampoco lo hacían mal, después de todo.

A las ocho y media se marchó del bar como siempre. Sonaba música de cuerdas pulsadas. El hombre calvo tocaba la guitarra, sin importarle el frío. Y tocaba bien. Los acordes eran claros y no se atropellaban unos a otros. Tampoco cantaba mal. Francés, o por lo menos cantaba en francés. Cantaba canciones de Brassens.

Era irónico que la música durase más en el tiempo que los humanos. Y se miró las manos arrugadas. "Rompe el aire silencioso en ondas como yo hice con mis manos para sobrevivir", pensó. Le lanzó una moneda. No sabía su valor, ni le importaba. Ahora luchaba él para vivir, morir y volver a la tierra. La vida no es mala. Ella tuvo una buena vida. Lo malo es una agonía larga, eso acaba con los buenos momentos vividos. Hacía frío. Subió a su casa.

jueves, 3 de mayo de 2012

Los últimos días de Tarkovski

"Una persona debe ser ella misma, debe tener el valor de decir: "soy yo, eso es lo que soy". No es fácil. A todos nosotros nos encanta gustar". Andréi Tarkosvki (4 de abril de 1932-29 de enero de1986)


No se puede negar que Tarkovski no fuese un genio cinematográfico. Tuvo una dura vida, quizá como todos los genios, pero eso no le impedió darnos más de una clase de cine. Nadie ha tratado como él al agua en las películas. Sus bellas fotografías hicieron que le nombrasen "director-poeta", alargó las escenas con un tacto que pocos pueden soñar y una calidad que pocos podrán alcanzar en imágenes estáticas. Suya es está frase: "Si se incrementa la duración normal de una secuencia, primero te aburres, pero si la incrementas aún más, crece el interés. Y si, incluso, la incrementas más, surge una nueva calidad e intensidad". 
Este poeta de la imagen apenas ha llegado al público español, ninguna película suya está traducida (MEJOR), pero es su trabajo una obra muy jugosa para los cinéfilos. Cannes encumbró a este hombre, véase su larga lista de premios cosechados solo en dicho festival:

Festival de Cannes Gran Premio del Jurado y Premio del Jurado Ecuménico
1972 Solaris
Premio del Jurado
1980 Stalker
Gran Premio Internacional de la Prensa (FIPRESCI)
1983 Nostalgia
Gran Premio Internacional de la Prensa (FIPRESCI) y Premio del Jurado Ecuménico
1986 Sacrificio


En 1986 se le descubre un cáncer de pulmón galopante y él prepara su última obra Sacrificio, dedicada a su hijo, «con esperanza y confianza».


Lejos de su patria, hacia tiempo que se había exiliado para poder hacer cine, muere y es enterado en el exilio, escribe en su diario: 

5 de Diciembre de 1986. París. Ayer recibí quimioterapia por tercera vez. Me siento fatal. No puedo pasear, ni tan siquiera postrarme. Schwatzenburg no sabe qué hacer, porque ignora de dónde provienen estos terribles dolores. La película (habla de "Sacrificio") está siendo proyectada con éxito en Inglaterra y en los Estados Unidos también. Las críticas han sido excepcionalmente buenas. Los japoneses están organizando un fondo de asistencia, pero hay que decirles por qué un director tan famoso es tan pobre.                                        
                                                                                                   "Todo regalo es un sacrificio"

15 de Diciembre de 1986. Hamlet. Todo el día en la cama sin poder sentarme. Dolor en la parte inferior del estómago y en la espalda. También los nervios. Estoy muy débil. ¿Estoy realmente muriéndome? ¿Y Hamlet? Pero ya no me quedan fuerzas para nada. Ésa es la cuestión.

Andréi Tarkovski, el hijo del poeta Arseni Tarkovski, moría el 29 de enero de 1986. Quizá quiso enseñarnos algo para lo que nunca estaremos preparados, que hay algo más allá de la superficie de las escenas, algo más allá en las emociones humanas, quizá la colisión de una jarra de leche contra el suelo nos hiciera entender que la "magia" existe más allá de "La zona", que está en nosotros y que nosotros somos receptáculos emisores y receptores de esa "magia". Quizá nunca entendamos eso, ni tus últimos escritos. Quizá nunca entendamos nada.

Esto no era lo esperado

-Estudio comunicación y no sé comunicarme.
-Yo estudio telecomunicación y no sé telecomunicarme (hace un gesto con el móvil).

Sé que ahora debería hacer la crítica de "Los Vengadores", o estudiar, pero va a ser que no. Voy a hablar sobre la comunicación. Hace una semana realicé una presentación (entre la forma había algo de profundidad) sobre la comunicación llegando a la conclusión de que perdemos datos y estos datos son los que hacen que no solo no conozcamos la verdad si no que, además nos hacen incidir en error (grosso modo era esa la conclusión).
El caso es que hoy he podido quedar para hablar con @_Ender (muchas gracias @MoonsMe) tranquilamente. Es una de las mejores cosas que puedo hacer. Él no intenta impresionarme (ya me impresiona por si solo, nos consideramos hermanos) y escuchamos los problemas de cada uno y nuestros planes de futuro. El caso es que puedo hablar sin miedo a que no me entienda o a que me trate como el genio que ni soy ni quiero ser.
Le he contado que yo mismo había caído en lo que mi trabajo pretendía evitar, de ahí ese diálogo inicial. Me ha convencido de que tengo que ver "Intocable" y sin que me den ganas de darle una ostia como a otros que intentaban impresionar. Me ha convencido justo con lo que yo más dudaba que no habría de gustarme (veré esa peli) y lo ha hecho de forma natural. Y eso se puede hacer sin necesidad de conocer a la otra persona. Tanto él como yo lo hemos hecho anteriormente. Sin duda es por nuestra parecida, me niego a creer que en dos personas sea idéntica, forma de ver la vida. Creemos en esa parte nietzschana en la que hay que vivir cada momento sin arrepentirse. El caso es que estaba algo perdido, posiblemente desarraigado y altamente impulsivo. Pero la conversación me ha devuelto a mi cauce.
Y es lo que siempre digo, las personas necesitan hablar en el mismo nivel, esto es bastante difícil con las máscaras, mentiras y aceptaciones que durante siglos han moldeado de alguna manera nuestro aprendizaje comunicativo y nuestra forma de integrarnos en el grupo. Creo que en esta conversación no he perdido apenas información, nos mostrábamos tal cual somos, sin poder obviar nada. Mi mente, no sé la tuya Tom, andaba por un agradable caminito, parecía de algodón, no iba ni acelerada ni a trompicones. Joder, eso es genial. Ese es el ideal. Debería poder hablar así con más personas, pero para eso se necesita un ambiente de intimidad.
Ver un poquito antes de meteros en la conversación como va el tema, no seáis tan zoquetes, como yo, de meteros en mitad de una declaración de amor (las declaraciones también se pueden hacer a las puertas de ruinosos Kebabs).
Y no sé que más deciros, ya está lo de siempre; muerte al existencialismo, viva Nietzsche, vivir de forma veraz, fuera máscaras, bla, bla, bla, bla. Enserio hablar sin complejos, intentarlo, es mucho mejor así.

martes, 24 de abril de 2012

El día en que Lars se puso Von

Lars Von Trier no siempre se ha llamado así, de hecho es posible que no siempre haya sido ese señor tan provocador y chulesco (espero que el traductor Google español-danés no pueda traducir bien esto). Bueno, como iba diciendo no siempre se ha llamado así. Su nombre real es Lars Trier, a secas. Eso era antes de que le gustase jugar con las mentes de millones de personas y ser nombrado persona non grata en los Festivales de cine A.
Había empezado la década de los ochenta, tenía 24 años en 1980, y el joven Lars Trier había empezado a estudiar cine en la escuela cinematográfica de Copenhague. Entre 1981 y 1982 ganó varios premios en el Festival de Cine de Munich. De esa etapa de estudios viene su "Von".
Una noche el profesor Gert Fredholm sorprendió a Trier y uno colegas de curso en la sala de montaje y les recordó que era la hora de cerrar. Trier y sus compañeros le replicaron hasta el punto en que les dijo:
- ¡Sois peores que los niñatos de Sealand! Deberíais poneros "Von" en los apellidos para que así os reconocieran.
Nadie hizo caso a las palabras del profesor excepto un entusiasmado Lars Trier. El poder tener algo en común con Erich von Stroheim o Josef von Sternberg le atraía,así que decidió cambiarse el nombre a Lars Von Trier.
Posiblemente podamos entender un poco más a este señor al conocer la anécdota. En 1989 se definía así:
"Soy un melancólico danés masturbándose en la oscuridad ante las imágenes de la industria del cine".
 Aquí el agradable danés enseñando su tatuaje.



Festivales de Cine A: Festival de Canne, Festival de Berlín, Festival de Venecia, Festival del Mar de Plata, Festival de cine Internacional Karlovy Vary y Festival de San Sebastían.

lunes, 26 de marzo de 2012

Perdición

El mundo avanza hacia ella.

¿Cómo decirte algo nuevo si hablo de algo viejo?
La gente dice que ya no tienes fuego,
que tu corazón es un puñado de brasas.
Yo sé que nunca dudaste de esto,
de que nunca quemarías ni un espejo.
No te puedo ayudar a dar ese paso;
soy el Ángel de la Melancolía,
antes de nacer me pintó Durero.

La gente piensa que darás un salto,
que solo conoces un montón de camas.
Los dos sabemos que no es mentira,
es mejor que vivir en un mundo de maravilla.
La gente tiene razón
no es moderno amar a una persona lista.
Yo bebo vino y el resto cerveza;
debe ser una metáfora de la soledad.

¿Cómo decírtelo sin palabras?
Cada vez que estoy más cerca
es cuando más me alejo.
Si pasaramos de la gente...
Me siento tan solo;
la soledad es la muerte.

domingo, 25 de marzo de 2012

Confidencias de Andréi Tarkovski y Akira Kurosawa

Contaba Akira Kurosawa, aquel genial director de cine nipón, su relación con otro genio del 7º arte como fue, es y será, Andréi Tarkovski:
"Me gustan todas las películas de Tarkovski. Para mí, es el director que mejor ha rodado escenas con agua, en albercas, charcos, etc. Sus obras son muy complejas, pero me parece un director extraordinario. Las películas de Tarkovski son diferentes a todas las demás. Su padre era un importante poeta y él heredó el talento de los poetas. [...] Tarkovski era un hombre muy simpático y agradable, con quien siempre tuve una relación muy buena. Él fue para mí... como un hermano"
En cierta ocasión Tarkovski le confesó una pequeña manía, o capricho que tenía:
"Veo Los siete samuráis* antes de rodar mis películas".
A lo que le contestó Kurosawa:
"¡Qúe agradable coincidencia! Yo hago lo mismo,...antes de rodar las mías tengo que ver Andréi Rublev*".







*Los siete samuráis: Película de Akira Kurosawa de 1954
* Andréi Rublev: Película de Andréi Tarkovski de 1966

lunes, 19 de marzo de 2012

La llamada de La Muerte

That is not dead which can eternal lie,
And with strange aeons even death may die.

La pérdida de la sensibilidad es uno de los procesos más fascinantes que le puede pasar a un ser humano en vida. Comienza con un dolor envolvente, un dolor que te provoca, un dolor que espera que le hagas daño, que lo quieras destruir. Puedes usar medicamentos, puedes intentar detener el avance con las azucaradas hadas verdes, o incluso clavarte utensilios hasta que empieces a sangrar. Da igual todo lo que hagas, tanto si intentas destruirlo como si intentas huir, el dolor permanecerá ahí, siempre provocándote.

Más tarde; una vez uno ha aceptado ese dolor como el más íntimo de sus amigos, se inicia un proceso crónico, el dolor nunca te abandona, lo que si escapa de tu cuerpo es la facultad de percibir. Primero es el frío, cuando hace frío el dolor se recrudece, después el calor, más tarde el contacto con superficies ásperas, y cuando crees que nada más puede volatizarse no sientes lo que tocas. Bien puede ser las brasas de una hoguera o el cabello suave de una mujer, el caso es que NO SIENTES NADA. Nunca más.

Así estaba yo esta mañana, con grandes dificultades para levantar la taza de café con mi mano izquierda, soy una zurda conversa, sin darme cuenta de que está ardía. Al cambiarla de mano no tuve remedio que dejarme llevar por mis más básicos instintos haciendo soltar la taza. No me importó mucho. Es lo que tiene la insensibilidad del cuerpo, que se expande por un último sentimiento de empatía a la mente. Me servía de excusa para explicar porque estaba solo, completamente solo en el mundo.

Tampoco era muy agradable a la vista, ni una buena compañía. No contaba con un trabajo muy remunerado, ni ostentaba un cargo de poder, tenía todas las disposiciones necesarias para acabar en un burdel cada viernes noche. Pero tampoco iba a los burdeles, ni los viernes, ni ningún otro día de la semana. Mi vida no parecía tener sentido, y por más que lo intentase no vislumbraba porque estaba aún ahí. 

Pasaba el tiempo libre leyendo. Leía mucho, al principio historias de aventuras, piratas, vaqueros, guerreros, pero enseguida me aburrieron, todos contaban con un personaje femenino para seguir adelante a pesar de sus obstáculos. Luego me pase a las novelas policíacas y de espías, donde la muerte parecía reinar, pero ahí también estaban esos dichosos personajes femeninos que tarde o temprano hacían al protagonista plantearse cambiar el riesgo por una agradable familia. Finalmente leí novelas y relatos de terror. Solo las personas que no esperan nada del mundo pueden describir con una facilidad innata el sufrimiento. Anonadada por sus historias, por la facilidad que tenían sus protagonistas de sufrir, y, sobretodo por aquella historia donde un hombre mataba a su esposa y la emparedaba en el sótano. Todo eso me era de un nivel de agrado supremo.
Leía en aquellos momentos un libro escrito por un loco poeta yemení de la época de los Omeyas. El libro se titulaba Al Azif. Llevaba enfrascado toda la noche leyendo, y no era consciente de que llamaban a la puerta. Cuando me ví librado de mi ensoñación escuché, por fin, los golpes de la puerta. Al abrir supé de inmediato que era La Muerte la que llamaba. No llevaba toda esa simbología que le han ido atribuyendo con el tiempo. Era un tipo normal, o quizá una tipa. La cara era inexpresiva, blanca, blanca, una alba cara, sin color, sin matiz, sin vida. Fuí cortés y le invité a pasar.
Una no tiene mucho que decir a las personas, y aún menos a La Muerte. No esperaba oportunidad alguna, hasta que empezó a hablar.
  • Tú tiempo ha llegado, no quiero lamentos ni intentos de fuga, estoy dispuesto a jugar contigo una partida a lo que quieras.
Su voz era profunda, muy sonora a pesar de que no había separado los labios.
  • Supongo que no tendrá reparos en jugar una partida de ajedrez- le respondí.
Acto seguido aperecieron ante nosotros una mesa, dos sillas, un tablero de ajedrez con todas las piezas dispuestas en su sitio y un reloj de arena.
    • El visitante juega con negras- dijo.
No iba a llevarle la contraria. Estaba fascinado por una visita así porque de normal no acudía nadie a visitarme. Incluso le ofrecí un refrigerio para tomar durante la partida. Al rechazar la propuesta supusé que en realidad sí tenía prisa y yo no quería ser un estorbo. Por fin me sentía realizada con el universo, por fin servía de algo en el mundo. Quería ganar aquella partida a sabiendas de que mi adversario habría perfeccionado todas las técnicas posibles, e incluso usado algunas que jamás han sido vistas dos veces en este mundo.
Superior a mí en todos los sentidos empezó a ganar terreno con facilidad. Mientras que yo pensaba, me detenía, calculaba y hacía balance de su posible jugada, La Muerte no tardaba en volver a girar el reloj de arena. No estaba en una posición en la que fuese a ganar. Me astraje de la partida, mi mente voló, voló, pero no fue a parar a buenos recuerdos, fue a la noche anterior, cuando yo estaba mirando al firmamento, y veía el estelar concierto de luces parpadeantes, de luces que podían estar muertas pero aún las percibía, de tiempo distintos hablando a la vez, y yo era menudo, era la partícula más insignificante. Una mota momentánea de polvo viajando a miles de kilómetros ante la inmensidad del universo en expansión. Insignificante en todos los áspectos, un perdedor en todos los ámbitos, un don nadie en la vida, y un don polvo en la muerte. Incluso yo podía perder la última partida a ajedrez. 

Así que, para mí empezaba otra partida, la partida que podía perder más fácil que ganar, la partida de los nacidos para perder, de los que viven sin sentir, pero a diferencia de todos estos yo no tuve miedo, luché, perdí y acepté como una amiga, una hermana, una madre, una hija, una compañera, una camarada, una amante, una mujer al dolor que me volvía a subir en ese preciso momento a la cabeza. Mi mente se separó de mi propia mente, y como en un sueño dentro de un sueño las barreras se derrumbaron. Una mente hacía el amor con el dolor, dejando que fuese el alma la que soportase el sufrimiento, y la otra jugaba al ajedrez con una rapidez asombrosa.

Solo necesitaba un ataque, un movimiento que desestabilizase todo y que me diese la oportunidad, la única que me merecía en este tiempo, para aceptar lo que soy. Uno no puede luchar contra su propia naturaleza, ella siempre reside en nosotros, oculta como un virus letal en lo más profundo de nuestras entrañas. La encontré, claro que la encontré, y no dudé en explotarla. El “Árabe Loco” lo había predicho y yo solo me limité a añadirle una verdad indudable, había ganado.
  • No está muerto lo que puede yacer eternamente, y con extraños eones incluso la muerte puede morir. Jaque mate.
La Muerte no cambió el semblante, seguía blanca, alba, sin color, sin matiz, sin vida. Un alma debía escapar y un alma escapó de la estancia, el único ánima de la habitación, puesto que las almas destrozadas pueden haberse muerto y evadido del cuerpo sin causar su destrucción. Me levanté, no me importaba que ahí se quedase, no iba a percibir nada desagradable por la nariz o los ojos. Comencé a reír, y aún, a punto de terminar de escribir este relato sigo riendo al ver mi salón.
La Muerte había muerto.