Escucha a las piedras, incluso ellas tienen su grano de sabiduría. ¿Cuánta sabiduría tienes tú en cambio? Es un bien bastante escaso en los humanos, la única certeza que tienen es que van a morir.
Mostrando entradas con la etiqueta Sacrificio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sacrificio. Mostrar todas las entradas

viernes, 19 de octubre de 2012

Lo que sigue sin decirse en las universidades

Últimamente le he dado vueltas a varias cosas, debe ser que Dostoievski sirve para abrir la mente y que las ideas vuelen. "Tenacidad, trabajar para lo que quieras ser". Estos días, debe ser que hablar con amigos me alegra el alma, he pensado porque semana tras semana me parece que las películas que salen en cartelera, salvo excepciones, son muy parecidas. Después de darle muchas vueltas, creo haber llegado a una respuesta viable. "Las universidades ahogan a muy pocas universidades". El cine que antes se aprendía precisamente en una sala de cine o en un set de rodaje se aprende ahora en una clase sin perchas y sin enchufes. ¿Alguna vez han estado en un set de rodaje? Hasta en exteriores hay enchufes, y si no hay se hacen. Nos empeñamos en analizar las películas pensarlas, así algunas nos resultan un muermo, cuando muchas veces lo que hay que hacer es sentirlas, vivirlas. ¿Os suena esto? Es una idea del final de "El gran dictador" de 1940, con un par.
La vida es la materia prima de todo cineasta. Para que nuestras producciones sean buenas tenemos que saber, aprender, equivocarnos, equivocarnos mucho, querer, vivir. Y echar la mente hacía atrás para ver cuáles fueron las impresiones y sensaciones que nos dejaron los actos realizados. Recordemos el último año.
Escribí esto, evidentemente aún no había empezado a dar clases de C. Escrita. ¿Empezar por 1 de septiembre? Por favor, que novato. Bueno, es que era un novato. Ahora soy un novato de 2º y seré un novato de 3º y 4º si todo va bien. A las ilusiones de los primeros compases se me unió la ilusión de volver a trabajar con un amigo en una productora. ¡Nuestra propia productora! ¿Os lo podéis imaginar?
Luego vino el trabajo de Melancholia. ¡Cuántas veces os habré aburrido con eso! Creo que tanto como con Tarkovski, pero ya llegaremos. Conocí a mi asesor, Pablo Echart que es sin duda una gran persona y aporta mucho. Al menos a mí. También conocí a much@s otros y otras grandes personas, no voy a poner nombres por miedo a dejarme alguno y a no recordar 300. Y todos esos matices, cambios, recovecos que me quedan por descubriros. Para esto que conteste Edward Bloom por mí. Otros grandes descubrimientos fueron: uno que va de negro y con alzacuellos, Eduardo Terrasa,  profesor de Antropología. El otro es José Luis González, aquí lo encontraréis como profesor asociado, imparte clases prácticas de C. Escrita. Este último fue el que me enganchó a Tarkovski con una simple frase: "Tienes que verlo, te gustará". Y claro, le hago caso, porque considero que él sabrá muchísimo más que yo, porque me ayuda, porque me mejora, me hace mejor.
El tiempo pasa y no nos damos cuenta de todos los buenos momentos que pasamos. Ice Age, salí en otro montón de proyectos haciendo brevísimas aportaciones, pero es que no podía decir que no a gente que me lo pide cómo me lo pedían ellos, Night Terrors, o la práctica final de Escrita. De nuevo, gran trabajo Edu Cia. ¿Le gustó el suyo, Guillermo Sainz? El tiempo pasa, y pasa siempre más deprisa de lo que queremos, a pesar de que siempre pasa a la misma velocidad.
Vuela y ya es casi primavera y todos tienen problemas mientras yo me mato a trabajar en mil proyectos. Me unen a Velum, porque, Clara Frago... Clara, tú me uniste a Velum, muchas gracias. ¿Te lo he dicho alguna vez? Soy tan distraído. Mea culpa, intento solucionarlo a medida que me doy cuenta. Y llega primavera y parece que todo se quiere ir al traste a la vez. Afortunadamente cuento con amigos que me echan de sus problemas diciéndome que me merezco algo más. ¿Cómo voy a poder alejarme cuando más necesitas a alguien si, además, me dices eso? Bueno, si me amenazas y obligas lo haré. Pero yo ante la inmensidad de la vida soy un Antoine Doinel con barba. Y claro, veo Begginers, me emocionó, mezclo realidad con ficción y aprovecho la noche de mi cumpleaños para grabar, montar y colgar este vídeo. Como no, antes les dije la idea a Pablo Echart y Eduardo Terrasa que no sólo me ayudaron a mejorarla, además me animaron a seguir ese impulso, arrebato y grabarla. ¡Menudo día! Sin contar que desde ese momento la duda ha entrado en la productora, falta de recursos, y en toda mi vida pues se amolda la idea de que todo puede salir del revés.
 Ante el abismo montamos en nada un corto y lo rodamos una semana después de hacer el vídeo anterior. A las personas que me dicen de verlo, les prometo, prometo, prometo, que cuando me lo envíen del Alternatif os lo paso de alguna forma. Os dejo unas fotos, cuanto menos sugerentes.



Fracaso absoluto, todo sale mal. En todos los campos posibles. Después de 9 meses de trabajo y muchos malabares, y a gran pesar de mi alma, tenemos que congelar Melancholia. Mandar un gran proyecto al congelador y no sabes cuando va a volver, o si volverá. Comenzamos a quitar, cambiar muchas cosas de él. Yo al final me doy cuenta de que el error fue ese, ir de 0 a 100. Me separó de la productora, porque no creo que mi amigo y yo tengamos la misma percepción, ni parecida, porque no la tenemos. Hablamos, y los dos preferimos ser amigos antes que sólo compañeros de un trabajo al que ninguno de los dos le gusta. Es todo en plan que el cine es vida, y si no nos lo pasamos, tan bien como en las fotos de arriba, no nos gusta la vida. Todo va bien entre nosotros, seguimos siendo amigos, nos ayudamos, preocupamos, apoyamos y además trabajamos juntos en un programa de radio los domingos por la tarde. Es más, sabemos que juntos podemos hacer buenos trabajos como el de arriba y tan bien muy malos. Todo se basa en el esfuerzo y cuanto amemos la idea. 
Y aquí era a donde quería llegar yo. A la amistad. Esa que se mantiene leal a pesar de los errores y fallos de cada uno, que vamos y nos contamos los problemas, lo que nos pasa. Esa amistad que se parece tanto a los Stark. Mezcla de admiración y respeto junto a saber los errores del otro y que encima te gusten. El seguimiento al trabajo de todos los que puedo, menudas panzadas me meto leyendo en Tumbrl. Pero es lo que hay, sois el futuro y si ahora no os intento entender, ¿cómo voy a querer hacerlo luego? 
Hace un par de días mi amigo, me pidió un favor. Así lo dijo, un favor. Joder, claro que te hago un favor, dime cuál es, así le dije. Tampoco era algo tan, tan exigente, era echar una mano, dedicarle tiempo. Es lo que se hace con los amigos, se les dedica tiempo. Cuando aún no he terminado de echarle una mano, porque echar una mano a veces es un simple comentario en Tuenti o pegar algunos carteles por la ciudad, va y me manda un cartel, lo tenéis abajo. Sencillo, simple, tan fácil que se hace en 5 minutos, sin pedirlo me hace una sorpresa, un regalo. Todo regalo requiere un sacrificio, aunque sean 5 minutos. Pero ahí reside la esencia de la amistad. En que a pesar de las tormentas, de los momentos de bajón, tienes a gente que sigue ahí, que te llama para pedirte un favor, que hace ese favor. Para ser buenos amigos tenemos que saberNOS, aprenderNOS, equivocarNOS, equivocarNOS MUCHO, quererNOS, perdonarNOS, vivirNOS.  



Esto no se dice en las universidades. Hay que salir y buscarlo, como el corto. Compartimos las dudas, alegrías, miedos, bajones, los buenos libros. Porque esto es una búsqueda, una búsqueda por ser mejor, las búsquedas reales son torpes, patosas, complejas...como la vida. Las cosas malas, las cosas malas de toda búsqueda se olvidan. Nos quedamos con los buenos momentos, con las motivaciones intrínsecas, los arrebatos que nos llevan a trabajar toda una noche, con la pasión del cine, las cosas buenas, las risas. Que nos quiten lo bailao, si se atreven.
 Lo que sigue sin decirse en las universidades es que el cine es vida. "Que con un mal guión no hay dios que haga una buena película". Que nuestras vidas son buenos guiones y que nosotros tenemos que hacer que sean buenas películas. Entonces buscamos, aprendemos, nos equivocamos, nos equivocamos mucho, nos queremos, nos perdonamos. En fin, vivimos, vivimos sin miedo a los malos momentos que sabemos que están. Porque lo que sigue sin decirse en las universidades es "que tanto el éxito como el fracaso tienen los mismos componentes" que lo bueno y lo malo es algo pasajero, algo que cambia, que se sale de ello. Que en el éxito están todos y en el fracaso sólo permanecen los amigos de verdad. Los que buscan, los que se sacrifican, los que se esfuerzan. Pienso en toda una vida de amistad y la eternidad se me hace enana.


El oficio de la vida
Los oficios del cine



El esfuerzo merece la pena. Siempre. ¿Cuál será la próxima parada que compartiremos?

sábado, 11 de agosto de 2012

A los directores en potencia

Esto no lo enseñan en ninguna universidad, pero es casi lo más importante que un director, realizador, jefe de escena o como quieran ahora nombrarlo debe saber. Detrás de estos y las grandes estrellas hay una legión: técnicos, cámaras, guionistas, scripts, maquilladores, diseñadores, figurinistas, electricistas, figurantes, empresas de catering, gente que trabaja tanto como tú o más y nunca va a asistir a esas galas tan caras y elegantes que vemos en la tele o en streaming. Como dijo Álex de la Iglesia: "Hay que ser humildes". Un grupo de PROFESIONALES, ya sean de distintos países y no hablan un idioma común son capaces de hacer una película sin un director, algunos dirán que eso es imposible, pues a mediados del S.XX en Francia pusieron a un hombre con una pipa de director, sólo tenía que fumar y asentir con la cabeza, el experimento fue positivo. A los directores en potencia les digo que el orgullo no es una parte del trabajo, que, en realidad, no son tan importantes, que esto es más un oficio de artesanos que una industria.

Recuerdo cuando decidí de verdad intentar que en mi vida me dedicase a ofrecer entretenimiento al resto de seres humanos con ficciones, ficciones salidas de un libro o de la mente de un guionista y de los cientos de mentes que trabajan en esa producción, recuerdo ese día y os lo voy a relatar. En 2007 tenía por fin la oportunidad de conocer, siendo consciente y no un bebé dormilón, a Roberto Bodegas Rojo asistiendo al Noveno Festival de Cine de Arnedo, el Octubre Corto; o quedarme en casa y salir de borrachera a la discoteca, al bar, o adonde fuese en 2007. Podía aprender o podía disfrutar del momento, esta claro que es lo que hubiese elegido un existencialista, yo elegí ir a Arnedo. Y me fui para conocer "a los Bergman, Godard y Richardson" españoles de los sesenta y setenta. A conocer, como dijo Félix Linares a "Roberto Bodegas es un cineasta, pero también es, de alguna manera, todos los cineastas españoles.
Conocí a Christian de Chalonge, a Antonio Pérez, a Guillermo Maldonado y a Sancho Gracia, o lo que es lo mismo a aprender, y mucho, de 200 años de experiencia acumulada entre esas personas. Fui a aprender los oficios del cine. El oficio de la vida.
Aún persiste en mi memoria esa noche sin miles de fotógrafos apretando obturadores, sin una larga alfombra roja, pero con una sabiduría que no encontraré en ningún otro lugar, unas ganas de enseñar, de hablar, de recordar, de animar. Recuerdo hablar con mi tío abuelo, mi madre le dijo que también quería dedicarme al cine y él me miró seriamente y me dijo: "No te metas en esto que es muy duro" porque sabe lo que es el oficio; acto seguido me sonrió y guiñó el ojo, porque sabe que si uno se sacrifica todo es posible, eso lo sabe muy bien. Saludé a Félix Linares y nos firmó un libro, mi padre y yo le preguntamos por su salud, en aquella época había faltado en dos ocasiones a su programa de LND, lo cual era bastante raro. Escuché a todos, pues ¿acaso no tenía yo más que oír que hablar? ¿acaso no tenía ante mí al buen oficio, a lo que quería, quiero y querré ser? Y recuerdo, estos días más, cuando me despedí de Sancho Gracia después de toda una tarde y una noche escuchando hablar sobre cine, aprendiendo sobre cine, viviendo el cine. Lo recuerdo de pie con su traje y su mano extendida para estrecharla con la mía, recuerdo el dársela y el apretón, y recuerdo con la frase que me dijo con una sonrisa, valga el tópico, de oreja a oreja porque era enorme su sonrisa en aquel momento: "Te pareces a Roberto, eres igualito a El Chino. ¿Menudo es, eh? Encantado de conocerte, a ti te llamaré Chino 2" levantó su cabeza, y me desordenó y reordenó el peinado y dejo su mano en mi hombro. Lamento mucho la muerte de aquella persona esta semana, demasiado.
También recuerdo a mi tío hablarme cuando íbamos al coche "El truco está en que no hay truco, uno es lo que se hace, lo que hace, eso te lo habrán enseñado ya tu padre y tu abuelo. Aprende, no solo mires, observa, mira todo el cine que puedas y si alguien te recomienda algo, míralo cuanto antes. Vive el oficio y el oficio te dejará vivir". Y aquello vale más que los miles de euros de matrícula en la universidad, porque el cine está ahí, en saber sacrificarse, en estar jodido, en elegir el camino complicado que te pone la vida.

A los jóvenes realizadores, cineastas, directores o como quieran que los nombren ahora, el cine no es la fama, el cine no son los fogonazos de los fotógrafos que quieren la mejor instantánea que les puedas ofrecer esa noche, el cine es trabajo continuo, sacrificio, dejar de emborracharse una semana para aprender de verdad, dejar de emborracharse para ir a la hora acordada a los ensayos porque quizá ese día sea el cumpleaños de la madre de tu jefe y él se ha levantado a las 6:00 para preparar todo, sorprender a su madre y poder estar en ese ensayo porque esa es su obligación; el cine es ir a ver localizaciones un sábado a las 1:00 en lugar de irse a casa después de mamar botellines de cerveza con los amigos, es ir a Burguete a -12º para ver la zona; el buen cine es no creerse tan orgulloso y creer que lo sabes todo y sacrificarse. A los jóvenes cineastas, directores, realizadores o personas, la industria del cine puede cambiar, el oficio, la esencia no. Los oficios del cine son sacrificios; son el oficio de la vida.

domingo, 25 de marzo de 2012

Confidencias de Andréi Tarkovski y Akira Kurosawa

Contaba Akira Kurosawa, aquel genial director de cine nipón, su relación con otro genio del 7º arte como fue, es y será, Andréi Tarkovski:
"Me gustan todas las películas de Tarkovski. Para mí, es el director que mejor ha rodado escenas con agua, en albercas, charcos, etc. Sus obras son muy complejas, pero me parece un director extraordinario. Las películas de Tarkovski son diferentes a todas las demás. Su padre era un importante poeta y él heredó el talento de los poetas. [...] Tarkovski era un hombre muy simpático y agradable, con quien siempre tuve una relación muy buena. Él fue para mí... como un hermano"
En cierta ocasión Tarkovski le confesó una pequeña manía, o capricho que tenía:
"Veo Los siete samuráis* antes de rodar mis películas".
A lo que le contestó Kurosawa:
"¡Qúe agradable coincidencia! Yo hago lo mismo,...antes de rodar las mías tengo que ver Andréi Rublev*".







*Los siete samuráis: Película de Akira Kurosawa de 1954
* Andréi Rublev: Película de Andréi Tarkovski de 1966