Escucha a las piedras, incluso ellas tienen su grano de sabiduría. ¿Cuánta sabiduría tienes tú en cambio? Es un bien bastante escaso en los humanos, la única certeza que tienen es que van a morir.

jueves, 31 de mayo de 2012

Veneno

Corre lentamente por mis venas
lo que mató a tantos seres;
se expande cual fuego por la ladera
arrebatando fugazmente el resto de atardeceres.

Corre lentamente sabiendo que tengo un alma
pobre y desarraigada que perder;
monstruo interno cruel que desgarra
todo aquello que no quise vender.

Lucha constante contra el dolor,
el conocimiento no me hace sentir mejor;
siento perder el control
de lo que pasa en mi interior.

Las heridas provocadas por cristales
son ahora horrendas cicatrices
que curé con lágrimas y vinagre,
pero no empiezan ahí mis males.

En peligro de extinción cual lince
entre los campos solitarios de centeno,
soñé despierto un imposible
que chocó con la realidad; mi veneno.

martes, 15 de mayo de 2012

Un honesto deseo de futuro


"Mi vida ha sido capricho, impulso, pasión, anhelo de la soledad, mofa de las cosas de este mundo; un honesto deseo de futuro". Edgar Allan Poe (1809-1849)


Hoy he estado leyendo a una escritora bastante poco conocida por el público en general, Francis Sargent Osgood. Y como todo autor poco conocido tienes que llegar de alguna manera a su obra. Su descubrimiento para mí es sencillo: También fue famosa por sus intercambios poéticos con Edgar Allan Poe. Y no sólo fueron intercambios poéticos. Todo empezó con una crítica de Poe en una conferencia. El bostoniano le declaraba un gran futuro. Ella, también bostoniana le envió una carta diciéndole "es conocido como el crítico más duro del momento" lo que significaba que el elogio la había impresionado profundamente. 

Se conocieron en 1845 cuando Virginia, la mujer de Poe, sufría un avanzado estado de tuberculosis y Frances estaba separada, que no divorciada, de su marido, un desconocido pintor y muy conocido promiscuo. Virginia aceptaba la relación que tenía Poe con Frances, es posible que en su estado y conociendo a su primo quisiera que alguien lo cuidase y amase. Para Poe, Frances era un calmante. Sólo para impresionarla dejó el alcohol. Pero no todo era una cristal rosado, muchos criticaron esa "relación" difamándoles; y como las historias ficticias en la realidad esto terminó destrozando a la pareja. La también poetisa Elizabeth F. Ellet, cuyo afecto había despreciado el escritor, difundió rumores sobre los dos, llegando a comentar a Virginia las presuntas faltas cometidas. Ellet sugirió incluso que el tercer hijo de Osgood, Fanny Fay, no era de su marido, sino de Poe. Osgood, en un intento de preservar su honor, envió a Margaret Fuller y Anne Lynch para pedir a Poe que le devolviese las cartas que le había escrito a fin de destruirlas. En julio de 1846 el marido de Osgood exigió a Ellet que pidiera disculpas a su esposa, si quería evitar ser demandada por difamación. Ellet respondió en una carta retractándose de sus declaraciones y culpando de todo a Poe y a su esposa Virginia. Desde 1847, Osgood y Poe no volvieron a relacionarse.

El 3 de octubre de 1849 fue encontrado un borracho con evidentes síntomas de delirium tremens por las calles de Baltimore, ese borracho era Poe. Murió el 7 de octubre, no tuvo ningún momento de lucidez durante esos días. Dos días después de la muerte de Poe, apareció un obituario firmado por un tal "Ludwig", que luego se reveló era realmente el crítico y antologista Rufus Wilmot Griswold. Griswold, quien más tarde se convirtió en el albacea literario efectivo de las obras de Poe, fue realmente uno de sus rivales literarios, y quien posteriormente publicó su primera biografía completa, retratándolo como un depravado, un borracho y un loco turbado por las drogas, y llegando incluso a falsificar cartas del poeta como evidencia de ello. Se cree que gran parte de la evidencia utilizada para construir esta imagen fue forjada por Griswold, y a pesar de que muchos amigos de Poe lo denunciaron, ésta fue la interpretación que tuvo un impacto más duradero.
Frances volvió con su infiel esposo en 1947, ya empezaba a padecer la tuberculosis que se la llevaría, él la volvió a abandonar y solo regresó cuando su estado era crítico. Murió un año después que Poe, el 12 de mayo de 1850. 

Esas cartas que Poe no quiso devolver para salvarlas del fuego me han inspirado. El fuego que no quema salvando del fuego que acaba con lo que debería ser eterno. Ahí va mi pastelada:

¿Anhelas que te amen?
No pierdas tu gracia,
ni tu forma de sentir
porque aquellos que anhelen
tu sonrisa para vivir
te querrán por tu ser,
por tu forma sutil.
Por aquello que has de ser
te admirarán sin fin
y la espera para mí
será un gozoso...deber.


viernes, 11 de mayo de 2012

Compañeros de viaje

Todos los días leía el periódico. Empezaba por las esquelas. Quería saber si él había muerto. Leía el periódico en el bar, el mismo desde hace más de cuarenta años. El dueño del bar era desde hace ocho años un hombre del Este. De pelo corto y cara cuadrada, no hablaba mucho por las mañanas. Ella bajó a la misma hora de siempre. Eran algo más de las siete de la mañana.
 - Un cortado, por favor-pidió la mujer.

Tomó el periódico, no estaba el nombre que buscaba. Se tomó el café con calma, ya no trabajaba. Pero ella había sabido sobrevivir sola. A pesar de los golpes. La habían abandonado en el altar.

Él, un hombre guapo, alto y con recursos, había huido en el último momento. Con el tiempo era preferible pensar que lo hizo por miedo al compromiso, a la responsabilidad. Así que salió adelante como pudo. Claro que amó a otros hombres, pero nunca pensó en casarse. Ahora vivía sola.

Cuando acabó con el periódico dedicó un largo tiempo mirando a las personas que había en el bar. Para ella parecían personas cansadas, viejas, sin apenas esperanzas. Agonizando. Enfrente dos hombres jugaban a las cartas, ambos mayores, ancianos. Conocía a los dos. Había hecho el amor con el hombre de la derecha hacia unos treinta años. Por aquel entonces era un hombre de ojos verdes, rubio, trabajaba soldando y fumaba dos paquetes de cigarrillos al día. Ahora apenas tenía cabello, le costaba levantarse de la silla y tosía al entrar en un ambiente cargado. El hombre de la izquierda le convenció de comprarse una moto a principios de los sesenta. Gracias a esa decisión consiguió varios empleos. Hacía décadas que tiró la moto.

En ese momento entró un hombre calvo, de unos cuarenta años, ojos azules rasgados, portaba una guitarra. Pidió un café para llevar. Se marchó al recibir el pedido y pagar. Temblaba. Al salir el anciano de la derecha comenzó a llorar. Lo hacía cuando recordaba a su difunta mujer. Nadie se acordaba de la fecha su fallecimiento. Uno se veía incapaz de ayudar en aquel momento.

- Era tan bonito y tan triste. Reíamos juntos, lo triste era que solo nos podíamos reír de una manera -el viejo soldador le puso una mano en el hombro.
- Dimitri, ponle un pacharán -dijo.

La mujer veía la escena, ya le parecía algo normal. Reflexionaba sobre aquellos hombres que tenía enfrente. Pinceladas de lo que fueron, grandes cuadros que el tiempo echa a perder. Dejados a su suerte, ella misma había sido abandonada. Y se las apaño. Ellos tampoco lo hacían mal, después de todo.

A las ocho y media se marchó del bar como siempre. Sonaba música de cuerdas pulsadas. El hombre calvo tocaba la guitarra, sin importarle el frío. Y tocaba bien. Los acordes eran claros y no se atropellaban unos a otros. Tampoco cantaba mal. Francés, o por lo menos cantaba en francés. Cantaba canciones de Brassens.

Era irónico que la música durase más en el tiempo que los humanos. Y se miró las manos arrugadas. "Rompe el aire silencioso en ondas como yo hice con mis manos para sobrevivir", pensó. Le lanzó una moneda. No sabía su valor, ni le importaba. Ahora luchaba él para vivir, morir y volver a la tierra. La vida no es mala. Ella tuvo una buena vida. Lo malo es una agonía larga, eso acaba con los buenos momentos vividos. Hacía frío. Subió a su casa.

jueves, 3 de mayo de 2012

Los últimos días de Tarkovski

"Una persona debe ser ella misma, debe tener el valor de decir: "soy yo, eso es lo que soy". No es fácil. A todos nosotros nos encanta gustar". Andréi Tarkosvki (4 de abril de 1932-29 de enero de1986)


No se puede negar que Tarkovski no fuese un genio cinematográfico. Tuvo una dura vida, quizá como todos los genios, pero eso no le impedió darnos más de una clase de cine. Nadie ha tratado como él al agua en las películas. Sus bellas fotografías hicieron que le nombrasen "director-poeta", alargó las escenas con un tacto que pocos pueden soñar y una calidad que pocos podrán alcanzar en imágenes estáticas. Suya es está frase: "Si se incrementa la duración normal de una secuencia, primero te aburres, pero si la incrementas aún más, crece el interés. Y si, incluso, la incrementas más, surge una nueva calidad e intensidad". 
Este poeta de la imagen apenas ha llegado al público español, ninguna película suya está traducida (MEJOR), pero es su trabajo una obra muy jugosa para los cinéfilos. Cannes encumbró a este hombre, véase su larga lista de premios cosechados solo en dicho festival:

Festival de Cannes Gran Premio del Jurado y Premio del Jurado Ecuménico
1972 Solaris
Premio del Jurado
1980 Stalker
Gran Premio Internacional de la Prensa (FIPRESCI)
1983 Nostalgia
Gran Premio Internacional de la Prensa (FIPRESCI) y Premio del Jurado Ecuménico
1986 Sacrificio


En 1986 se le descubre un cáncer de pulmón galopante y él prepara su última obra Sacrificio, dedicada a su hijo, «con esperanza y confianza».


Lejos de su patria, hacia tiempo que se había exiliado para poder hacer cine, muere y es enterado en el exilio, escribe en su diario: 

5 de Diciembre de 1986. París. Ayer recibí quimioterapia por tercera vez. Me siento fatal. No puedo pasear, ni tan siquiera postrarme. Schwatzenburg no sabe qué hacer, porque ignora de dónde provienen estos terribles dolores. La película (habla de "Sacrificio") está siendo proyectada con éxito en Inglaterra y en los Estados Unidos también. Las críticas han sido excepcionalmente buenas. Los japoneses están organizando un fondo de asistencia, pero hay que decirles por qué un director tan famoso es tan pobre.                                        
                                                                                                   "Todo regalo es un sacrificio"

15 de Diciembre de 1986. Hamlet. Todo el día en la cama sin poder sentarme. Dolor en la parte inferior del estómago y en la espalda. También los nervios. Estoy muy débil. ¿Estoy realmente muriéndome? ¿Y Hamlet? Pero ya no me quedan fuerzas para nada. Ésa es la cuestión.

Andréi Tarkovski, el hijo del poeta Arseni Tarkovski, moría el 29 de enero de 1986. Quizá quiso enseñarnos algo para lo que nunca estaremos preparados, que hay algo más allá de la superficie de las escenas, algo más allá en las emociones humanas, quizá la colisión de una jarra de leche contra el suelo nos hiciera entender que la "magia" existe más allá de "La zona", que está en nosotros y que nosotros somos receptáculos emisores y receptores de esa "magia". Quizá nunca entendamos eso, ni tus últimos escritos. Quizá nunca entendamos nada.

Esto no era lo esperado

-Estudio comunicación y no sé comunicarme.
-Yo estudio telecomunicación y no sé telecomunicarme (hace un gesto con el móvil).

Sé que ahora debería hacer la crítica de "Los Vengadores", o estudiar, pero va a ser que no. Voy a hablar sobre la comunicación. Hace una semana realicé una presentación (entre la forma había algo de profundidad) sobre la comunicación llegando a la conclusión de que perdemos datos y estos datos son los que hacen que no solo no conozcamos la verdad si no que, además nos hacen incidir en error (grosso modo era esa la conclusión).
El caso es que hoy he podido quedar para hablar con @_Ender (muchas gracias @MoonsMe) tranquilamente. Es una de las mejores cosas que puedo hacer. Él no intenta impresionarme (ya me impresiona por si solo, nos consideramos hermanos) y escuchamos los problemas de cada uno y nuestros planes de futuro. El caso es que puedo hablar sin miedo a que no me entienda o a que me trate como el genio que ni soy ni quiero ser.
Le he contado que yo mismo había caído en lo que mi trabajo pretendía evitar, de ahí ese diálogo inicial. Me ha convencido de que tengo que ver "Intocable" y sin que me den ganas de darle una ostia como a otros que intentaban impresionar. Me ha convencido justo con lo que yo más dudaba que no habría de gustarme (veré esa peli) y lo ha hecho de forma natural. Y eso se puede hacer sin necesidad de conocer a la otra persona. Tanto él como yo lo hemos hecho anteriormente. Sin duda es por nuestra parecida, me niego a creer que en dos personas sea idéntica, forma de ver la vida. Creemos en esa parte nietzschana en la que hay que vivir cada momento sin arrepentirse. El caso es que estaba algo perdido, posiblemente desarraigado y altamente impulsivo. Pero la conversación me ha devuelto a mi cauce.
Y es lo que siempre digo, las personas necesitan hablar en el mismo nivel, esto es bastante difícil con las máscaras, mentiras y aceptaciones que durante siglos han moldeado de alguna manera nuestro aprendizaje comunicativo y nuestra forma de integrarnos en el grupo. Creo que en esta conversación no he perdido apenas información, nos mostrábamos tal cual somos, sin poder obviar nada. Mi mente, no sé la tuya Tom, andaba por un agradable caminito, parecía de algodón, no iba ni acelerada ni a trompicones. Joder, eso es genial. Ese es el ideal. Debería poder hablar así con más personas, pero para eso se necesita un ambiente de intimidad.
Ver un poquito antes de meteros en la conversación como va el tema, no seáis tan zoquetes, como yo, de meteros en mitad de una declaración de amor (las declaraciones también se pueden hacer a las puertas de ruinosos Kebabs).
Y no sé que más deciros, ya está lo de siempre; muerte al existencialismo, viva Nietzsche, vivir de forma veraz, fuera máscaras, bla, bla, bla, bla. Enserio hablar sin complejos, intentarlo, es mucho mejor así.