El origen de la palabra belleza

Cada vez soy más aficionado al latín, no a sus exámenes, hoy mientras hacia la tarea me he encontrado con la palabra bella. Es una palabra de la primera declinación, femenina y la termincaión -a puede significar muchas cosas. Si estuviera en un examén no me habría fijado, por eso es una gozada dedicarse a ello con tiempo. En el diccionario aparece traducido como gracioso, agradable, hombre de buena compañía, eso también incluye a las mujeres. Y es por la última entrada por la que escribo esto en el blog. Para los antiguos romanos la belleza no se comparaba con canones estéticos sino con la buena compañía, entre otras por eso Cicerón perdío más de una vez los papeles, y algo más. Era esa una época un tanto sangrienta pero sin tener que pagar derechos de autor y eso se agradecía. La buena compañía creo que fue la de aquellos escritores de la edad de oro romana. Depués del asesinato de Cicerón y antes de que se pensase en el Coliseo Flavio. Tuvo que ser una taberna en los Madriles, cuando el Feníx de los Ingenios convivía con el culteranismo y el conceptismo. Tuvo que ser el ambiente de El Globo, los románticos, los buenos, aquellos que no llevaban a ninguna parte y que sin embargo perduran en la memoria. Fue una tarde en una tertulia madrileña donde Lorca dijo que el era todo, fue un hatillo en Castilla donde Machado huyó de esa España que ya no era la suya, fue una RAE llena de franquistas que se negaron a ceder los asientos de sus compañeros en el exilio.