El mejor western crepuscular tiene como subtema recurrente el de los hombres sin padre, sin duda la Historia con H mayúscula cumple un papel en el género del protagonista. No sería lo mismo de ser lo contrario. En los últimos años estamos viendo un cambio en un subtema de la ciencia ficción tan profundo, complejo e inescrutable como el primero: las mujeres sin progenitores. Bien sea la misma Rey del Episodio VII o Imperator Furiosa de Mad Max: Fury Road.
Una causa que no deja de ser política pero de un valor mucho más profundo. Al igual que el personaje de Daniel Day-Lewis en El nombre del Padre, Jynn al comprender los actos de su progenitor emprende una causa mucho más justa que la de la Rebelión. Restaurar el nombre de su padre. Quizá por eso su clímax personal, su descubrimiento llega pronto. Pero es un momento importante y de gran valor simbólico. Cuando un grupo de hombres deciden saltarse todo el procedimiento del sistema rebelde para irse en una misión suicida en busca de una redención por sus actos, están perdidos y ella es una luz que seguir. Es en ese momento un claro reflejo de su madre al decir "Que la Fuerza nos acompañe", una mujer guiando con su luz a un grupo de desamparados.
En la Historia con mayúsculas hay decenas de actos que acabaron siendo suicidas por falta de refuerzos. Intentos fallidos de ser ejemplo para construir un mundo mejor. El Guernica se pinto inspirándose en uno de esos intentos. Muchos criticaron el Episodio I por su trama política, pero este Rogue One es tan política como simbólica, de una forma sutil como la lluvia que resbala por entre los dedos. De la misma manera que Galen Erso (Mads Mikkelsen) inspira a la gente. Rogue One demuestra que no sólo ellas son impulso de venganza.
Pero no es una película perfecta. Es la primera de la saga en la que salen carteles indicando en qué lugar sucede la acción como si así nos fuéramos a hacer un mapa mental de la Galaxia creada por G. Lucas. Así como la decisión de usar similitudes digitales para los personajes de Leia Organa y Moff Tarkin. La primera es para rejuvenecerla media vida y el segundo para volver a traer a la vida a Peter Cushing. No sólo se notan irreales. El uso de esta tecnología es un acto de bajeza ética. La importancia de un actor se basa en el uso de su propio cuerpo. No podemos hablar de la actuación de alguien que no actuó y el actor que sirve de modelo es de alguna forma ninguneado.
Que Star Wars guste a tanta gente y tan variada es un buen síntoma. Muchos de sus fans son hijos de familias adineradas y de mentalidad más conservadora que al ver las nuevas películas de la saga no les parece mal sus protagonistas femeninos. De la misma manera que no les parece mal sus decisiones y estas son más antisistema que los actuales partidos políticos que se definen como tal. Ahí hay una palabra que cuesta escuchar en el último disco de Love of Lesbian muy ligada a esta saga; ESPERANZA.
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