Veo muchas picas adornadas con cabezas y poca revuelta popular, este rey más loco que Aerys Targaryen no tiene Lannister que lo mate ni por la espalda. Realmente lo que veo es una purga en la RTVE poco ruido y, para colmo, no es época de nueces. Tampoco me extraña, Cospedal ya dejó entrever que Ana Pastor iba a durar poco cuando llegasen las gaviotas a dormitar en La Moncloa. Estoy seguro que si no asediasen los mercados de (des)valores y los fueras de juego del Conde Draco el cambio se hubiera dado bastante antes.
Tanta sangre derramada me desvela, más, y hace hacerme algunas preguntas. ¿Por qué despiden a gente que ha duplicado los espectadores en sus respectivos programas como Juan Ramón Lucas? ¿Por qué despiden a gente que hacia que más jóvenes viesen la cadena pública, o oyesen sus ondas? ¿Por qué destrozan sus programas punteros? ¿Son todos unos rojos sectarios dictados por el PSOE más maquiavélico? ¿Los controla (Miramicalva) Rubalcaba, (Tomás Moro) Tomás Gómez o (Machón) Chacón? Y lo más interesante de todo, ¿quién hace de Hamlet?
En estos tiempos en los que tenemos un ser de derechas que usa el nombre de George Orwell en Twitter no me es extraño que la historia suceda de una manera y la escriban ese mismo día en los libros de historia de otra forma. Este es un país que desprecia a los perroflautas, pero que venera a Jesucristo y se olvida que él expulsó a los mercaderes del templo, no obstante puede ser esto un recurso literario sectario, profano, blasfemo y más rojo que León Trotski.
Da igual cuántos oyentes o televidentes agrupasen delante de esos aparatos cada vez más inútiles, da igual cuántos premios nacionales e internacionales hayan ganado, da igual cuánto expriman a los trabajadores con recortes criminales, da igual cuánto se parezcan esos millones de parados al caballo Boxer.
Tampoco nos parece preocupar mucho que muchos de nuestros políticos sean cerdos chillones capaces de convencernos con argumentos sospechosos de lo que realmente hicieron. Da igual cuántos Benjamines estén callados ahora por la ancha Castilla, o los perros que sean criados desde cachorros para pensar, actuar y ejecutar a conveniencia de algunos. Da igual, da igual que Ana Pastor pusiera contra las cuerdas al presidente de un país donde se cercenan las libertades porque hoy resulta que dejarse caer el velo fue una gran falta de respeto. Da igual las palabras de Toni Garrido en su última entrada porque eran pura propaganda panfletaria. Así opinan quienes antes opinaban que la entrevista fue una de las mejores del periodismo español e internacional o que la última entrada decía la verdad sin idolatrías de ningún tipo. Ciudadanos, realmente no es vuestra la RTVE, ni el poder del Estado Español y si me apuran, ni sus propias vidas son suyas sino de una clase de hombres, y mujeres, que por propia gracia de ellos, y ellas, se ven dispuestos, capaces y preparados para dirigir un país o para sacrificarlo si el gran "Cthulhu mercado de valores" lo reclama necesario.
Los nuevos periodistas no deberían leer siquiera a Orwell o Kapuscinski no vayan a decir "El jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado" o "El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse". No vayan a hacer que otros piensen por ellos mismos. Los nuevos periodistas deben servir fielmente al partido, al partido único; a la clase política. Tienen que hacer preguntas que se puedan contestar con un "Hacemos lo que tenemos que hacer", no quieren personas que se pregunten "¿Qué es lo que van a hacer?" Aunque a veces si las quieren, pero sólo para perseguirlas y expulsarlas como a Snowball de una ficticia nación libre.
Porque esto no es una purga, ni la subida del IVA un impuesto, ni los fuegos provocados tácticas para urbanizar tierra virgen, ni la bajada del Ibex 35 cada viernes una oportunidad de comprar y de ganar millones cuando consiga recuperarse y aumentar unas décimas el martes o el miércoles, ni este post una gran metáfora con Rebelión en la granja, ni es verdad que nada de lo que se diga antes de un pero es mentira; porque "Todos los animales somos iguales, pero algunos animales son más iguales que otros "
No hay comentarios:
Publicar un comentario