La vida es la materia prima de todo cineasta. Para que nuestras producciones sean buenas tenemos que saber, aprender, equivocarnos, equivocarnos mucho, querer, vivir. Y echar la mente hacía atrás para ver cuáles fueron las impresiones y sensaciones que nos dejaron los actos realizados. Recordemos el último año.
Escribí esto, evidentemente aún no había empezado a dar clases de C. Escrita. ¿Empezar por 1 de septiembre? Por favor, que novato. Bueno, es que era un novato. Ahora soy un novato de 2º y seré un novato de 3º y 4º si todo va bien. A las ilusiones de los primeros compases se me unió la ilusión de volver a trabajar con un amigo en una productora. ¡Nuestra propia productora! ¿Os lo podéis imaginar?
Luego vino el trabajo de Melancholia. ¡Cuántas veces os habré aburrido con eso! Creo que tanto como con Tarkovski, pero ya llegaremos. Conocí a mi asesor, Pablo Echart que es sin duda una gran persona y aporta mucho. Al menos a mí. También conocí a much@s otros y otras grandes personas, no voy a poner nombres por miedo a dejarme alguno y a no recordar 300. Y todos esos matices, cambios, recovecos que me quedan por descubriros. Para esto que conteste Edward Bloom por mí. Otros grandes descubrimientos fueron: uno que va de negro y con alzacuellos, Eduardo Terrasa, profesor de Antropología. El otro es José Luis González, aquí lo encontraréis como profesor asociado, imparte clases prácticas de C. Escrita. Este último fue el que me enganchó a Tarkovski con una simple frase: "Tienes que verlo, te gustará". Y claro, le hago caso, porque considero que él sabrá muchísimo más que yo, porque me ayuda, porque me mejora, me hace mejor.
El tiempo pasa y no nos damos cuenta de todos los buenos momentos que pasamos. Ice Age, salí en otro montón de proyectos haciendo brevísimas aportaciones, pero es que no podía decir que no a gente que me lo pide cómo me lo pedían ellos, Night Terrors, o la práctica final de Escrita. De nuevo, gran trabajo Edu Cia. ¿Le gustó el suyo, Guillermo Sainz? El tiempo pasa, y pasa siempre más deprisa de lo que queremos, a pesar de que siempre pasa a la misma velocidad.
Vuela y ya es casi primavera y todos tienen problemas mientras yo me mato a trabajar en mil proyectos. Me unen a Velum, porque, Clara Frago... Clara, tú me uniste a Velum, muchas gracias. ¿Te lo he dicho alguna vez? Soy tan distraído. Mea culpa, intento solucionarlo a medida que me doy cuenta. Y llega primavera y parece que todo se quiere ir al traste a la vez. Afortunadamente cuento con amigos que me echan de sus problemas diciéndome que me merezco algo más. ¿Cómo voy a poder alejarme cuando más necesitas a alguien si, además, me dices eso? Bueno, si me amenazas y obligas lo haré. Pero yo ante la inmensidad de la vida soy un Antoine Doinel con barba. Y claro, veo Begginers, me emocionó, mezclo realidad con ficción y aprovecho la noche de mi cumpleaños para grabar, montar y colgar este vídeo. Como no, antes les dije la idea a Pablo Echart y Eduardo Terrasa que no sólo me ayudaron a mejorarla, además me animaron a seguir ese impulso, arrebato y grabarla. ¡Menudo día! Sin contar que desde ese momento la duda ha entrado en la productora, falta de recursos, y en toda mi vida pues se amolda la idea de que todo puede salir del revés.
Fracaso absoluto, todo sale mal. En todos los campos posibles. Después de 9 meses de trabajo y muchos malabares, y a gran pesar de mi alma, tenemos que congelar Melancholia. Mandar un gran proyecto al congelador y no sabes cuando va a volver, o si volverá. Comenzamos a quitar, cambiar muchas cosas de él. Yo al final me doy cuenta de que el error fue ese, ir de 0 a 100. Me separó de la productora, porque no creo que mi amigo y yo tengamos la misma percepción, ni parecida, porque no la tenemos. Hablamos, y los dos preferimos ser amigos antes que sólo compañeros de un trabajo al que ninguno de los dos le gusta. Es todo en plan que el cine es vida, y si no nos lo pasamos, tan bien como en las fotos de arriba, no nos gusta la vida. Todo va bien entre nosotros, seguimos siendo amigos, nos ayudamos, preocupamos, apoyamos y además trabajamos juntos en un programa de radio los domingos por la tarde. Es más, sabemos que juntos podemos hacer buenos trabajos como el de arriba y tan bien muy malos. Todo se basa en el esfuerzo y cuanto amemos la idea.
Y aquí era a donde quería llegar yo. A la amistad. Esa que se mantiene leal a pesar de los errores y fallos de cada uno, que vamos y nos contamos los problemas, lo que nos pasa. Esa amistad que se parece tanto a los Stark. Mezcla de admiración y respeto junto a saber los errores del otro y que encima te gusten. El seguimiento al trabajo de todos los que puedo, menudas panzadas me meto leyendo en Tumbrl. Pero es lo que hay, sois el futuro y si ahora no os intento entender, ¿cómo voy a querer hacerlo luego?
Hace un par de días mi amigo, me pidió un favor. Así lo dijo, un favor. Joder, claro que te hago un favor, dime cuál es, así le dije. Tampoco era algo tan, tan exigente, era echar una mano, dedicarle tiempo. Es lo que se hace con los amigos, se les dedica tiempo. Cuando aún no he terminado de echarle una mano, porque echar una mano a veces es un simple comentario en Tuenti o pegar algunos carteles por la ciudad, va y me manda un cartel, lo tenéis abajo. Sencillo, simple, tan fácil que se hace en 5 minutos, sin pedirlo me hace una sorpresa, un regalo. Todo regalo requiere un sacrificio, aunque sean 5 minutos. Pero ahí reside la esencia de la amistad. En que a pesar de las tormentas, de los momentos de bajón, tienes a gente que sigue ahí, que te llama para pedirte un favor, que hace ese favor. Para ser buenos amigos tenemos que saberNOS, aprenderNOS, equivocarNOS, equivocarNOS MUCHO, quererNOS, perdonarNOS, vivirNOS.
Esto no se dice en las universidades. Hay que salir y buscarlo, como el corto. Compartimos las dudas, alegrías, miedos, bajones, los buenos libros. Porque esto es una búsqueda, una búsqueda por ser mejor, las búsquedas reales son torpes, patosas, complejas...como la vida. Las cosas malas, las cosas malas de toda búsqueda se olvidan. Nos quedamos con los buenos momentos, con las motivaciones intrínsecas, los arrebatos que nos llevan a trabajar toda una noche, con la pasión del cine, las cosas buenas, las risas. Que nos quiten lo bailao, si se atreven.
Lo que sigue sin decirse en las universidades es que el cine es vida. "Que con un mal guión no hay dios que haga una buena película". Que nuestras vidas son buenos guiones y que nosotros tenemos que hacer que sean buenas películas. Entonces buscamos, aprendemos, nos equivocamos, nos equivocamos mucho, nos queremos, nos perdonamos. En fin, vivimos, vivimos sin miedo a los malos momentos que sabemos que están. Porque lo que sigue sin decirse en las universidades es "que tanto el éxito como el fracaso tienen los mismos componentes" que lo bueno y lo malo es algo pasajero, algo que cambia, que se sale de ello. Que en el éxito están todos y en el fracaso sólo permanecen los amigos de verdad. Los que buscan, los que se sacrifican, los que se esfuerzan. Pienso en toda una vida de amistad y la eternidad se me hace enana.
El oficio de la vida
Los oficios del cine
El esfuerzo merece la pena. Siempre. ¿Cuál será la próxima parada que compartiremos?
Claro que me gustó el mío Eduardo, fue como verse desde fuera. Muy interesante también la recopilación de tu ruta de este último año.
ResponderEliminarUn saludo!
La verdad es que, que mas se puede decir ... siempre compartiendo ideas e inquietudes con los demás para sacar nuevos retos y proyectos adelante y por supuesto si puedo echar dos manos en vez de uno que mejor. Solamente destacar que "la vida compartida es más" :)
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios.
ResponderEliminarJavi, ¿cómo se te ocurre poner el eslogan de una compañía en lugar del gran lema?
"Si puedes hacerlo acompañado no lo hagas sólo".