¿Por qué no reprimimos nuestros sentimientos? Pues está claro que no decimos lo que sentimos, o no como lo sentimos. Nosotros somos los primeros en hacernos daño y por supuesto no queremos que otros nos hagan daño, pero los segundos que más daño nos hacen son nuestras parejas y amigos. Si se nos da está contradicción, por qué seguimos sin decir lo que nos ocurre, por qué tenemos que aguantar hasta reventar lo mucho que amamos a una persona, lo buen amig@ que es otra. Las acciones que hacemos son importantes para la vida de los demás. El nombre de los chupitos que tomamos, la relación que tenemos con otr@s o la relación que perdemos con otr@s. La acción más nimia para nosotros puede significar algo de vital importancia para otras personas. Nosotr@s formamos parte de las personas que conocemos. Rehuir a saludar a una persona, escapar de la escena del crimen, sentirse molesto porque esa otra persona está enamorada de ti, eso son tonterías que no queremos hacer y hacemos. Da igual que nos las imponga la sociedad, la presión de grupo o el nuevo psicoanalista, los que tomamos la decisión somos nosotr@s.
Tú deja que pase el tiempo...y solo habrá pasado el tiempo. Nada más. El tiempo será como este una y otra vez. Deja de hablar con una persona porque te incomoda lo que te hace pensar y perderás una parte del habla. Deja pasar ese posible amor y suplicarás luego una pizca de algo parecido. Y la cosa no va de que unos nacieran para ser abusados y otros para resistir, no es tan fácil como que te presenten a una persona y te diga lo mejor de ti, no va de ser el mejor de los pretendientes, ni el más mono de los idiotas. Hablamos de amputarnos las máscaras y caminar, caminar con la cara sangrando aunque nos miren raro, caminar a nuestra bola porque somos únicos, quizá sea esa la diferencia entre nosotr@s y el resto, o simplemente practicar el derecho de no caminar. ¿Por qué necesitas estar borracho para decir lo que realmente sientes por los demás?
Se te otorgó un tiempo aquí, no lo malgastes en tapar lo que cualquier persona con un mínimo de profundidad puede vislumbrar. No te conviertas en otra generación que pasa sin pena ni gloria acabando en la misma frialdad de la lápida para que venga otra generación que hable del amor, la igualdad y la justicia y en realidad no tenga seguridad ni de sus propios sentimientos. Todo empieza a verse distinto si contestas correcto a una pregunta sencilla.
Yo soy un nuevo día despuntando,
Yo soy el nuevo cielo
Para colgar las estrellas sobre esta noche
Estoy un poco dividido,
¿Debería quedarme o alejarme corriendo…
Y dejarlo todo atrás?
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