"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar". ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?, M. Niemöller
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar". ¿Qué hubiera dicho Jesucristo?, M. Niemöller
Hace
unos
años
un
conjunto
de
personas
y
empresas se conjuraron para traer a esta
nueva generación una de las sagas clásicas del género
shooter. Estamos hablando de Wolfenstein,
aquella
creación
de
John Romero que dejo a cientos de personas enganchados a las pantallas. Renueva
parte del género otra vez gracias a un motor gráfico creado por
John Carmack. Desarrollado por Machine Games, un estudio compuesto por
experimentados desarrolladores en esta ópera prima de la empresa
pusieron toda la carne en el asador; y menuda carne. Fue distribuido por
Bethesda cuya campaña de marketing es de las más enganchantes
desde Borderlands 2. Se lanzó en la 3ª semana de mayo de 2014 para
PC, Xbox 360, One y Playstation 3 y 4 recibiendo críticas positivas.
El juego nos cuenta las
aventuras que vive B.J. Blazkowicz en
su lucha contra los nazis al despertar tras 14 años postrado en un
sanatorio después de un ataque a la desesperada contra el malvado Dr.
Calavera. Espera, ¿tras 14 años? Sí, el juego se da toda
la libertad necesaria al ser una ucronía donde los "y si..." no dejaran
de sorprender. Su duración es destacable para un Triple A de este tipo;
con una campaña entre las 12 y 15 horas dependiendo del nivel de
dificultad y la inmersión que quiera el jugador.
Durante
la
historia
manejaremos
a Blazkowicz,
B.J,
un
agente
especial de la OAS. Empezamos con un prólogo o capítulo 1
en donde atacamos la base del Dr. Calavera donde ya se nos muestra que no
tenemos nada que hacer contra la tecnología nazi. En ese momento
tendremos que elegir salvar entre 2 compañeros. Al contrario que los
juegos de Telltale Games donde la narrativa no cambia nada aquí lo
hará remarcando más determinados temas. Tras eso la
huida termina en desastre y acabamos siendo gravemente heridos.
Postrados ya en cama, vemos una de las mejores cinemáticas para explicar
un gran salto temporal.
El salto nos deja en 1960,
despertamos justo a tiempo para
salvar a nuestra enfermera de los nazis. Para B.J. la guerra no ha terminado y
decide encontrar lo que quede de la Resistencia para unirse a ella. Lo
hará junto a la enfermera, Anya, de ascendencia polaca con la que
empezaremos un romance que parece imposible para alguien como B.J. No en vano
ella lo llama William y es importantísimo el tema de cómo nos
llaman.
Al encontrar a la Resistencia
nos uniremos al equipo
más variopinto: una antigua amiga ahora paralítica, un trabajador
inglés con ganas de venganza, un exnazi que cuida a un gigantón
discapacitado, una especie de científica salida de Matrix (este
personaje cambia según el personaje que salvemos) y al personaje
que salvemos. Conforme avanzamos en nuestras misiones se nos unen más
personajes y todo con ese humor ácido que caracteriza a la saga.
Cosas buenas:
La primera baza que tiene TheNew Order para ser un gran juego es no tomarse demasiado enserio, es un
juego
que disfruta de lo que es y de lo que ofrece al jugador, esto ayuda mucho para un personaje clásico con un
estilo de humor muy marcado. Incluso
se
atreve
con
un
modo
pesadilla
en donde nos trasladamos a una pantalla del
juego original. Va más allá del cliché de los personajes y profundiza no sólo en los
principales sino en los secundarios del
grupo
otorgándoles
una
personalidad
propia
y
clara, unos roles dentro de
la Resistencia. Muchas veces la forma de profundizar en ellos será
mediante una comunicación por capas, detalles fragmentados, visuales y
acústicos pues lleva muy bien el tan usado recurso de las cintas que
empezó System Shock. Incluso
lo
lleva a un nivel superior con el diario de Ramona con todo lo que implica ese
personaje al que se ve una vez y ni siquiera somos conscientes hasta que
estamos en el final.
Finalmente, The New Order es una obra redonda en su
narrativa que revitaliza la saga y deja un buen sabor de boca siendo como ese
cine palomitero repleto de enemigos, maquinaria, supersoldaden, armas
láser y perros mecánicos que
mejora cada vez que nos sumergimos en él y nos dejamos empapar por toda
la información que nos muestra. Es el juego en el que menos B.J. somos,
pero también es el juego en el que nos damos cuenta que no podemos ser
William; que hay una naturaleza más fuerte que nosotros que nos sumerge
en una vorágine de destrucción, en una espiral de pérdida,
recuperación, venganza y justicia mucho más fuerte a la voluntad
de B.J. y a la del jugador. Estamos ante un Casino
Royale en la saga Wolfenstein, una vuelta de tuerca que otorga
profundidad y un camino a seguir en nuevas entregas.
Cosas malas:
Puede ser un poco raro pero
sólo tiene una ranura de memoria, me sorprende que un juego tan bien
pulido en otros aspectos sólo deje guardar una partida. Tan
sorprendente como su árbol de mejoras en el que tienes que lograr unas
para poder desbloquear otras, pero las importantes de cada rama se
pueden
conseguir desde el principio. Es una sensación rara cuando tienes la
mejora que denomina toda la rama pero aún no tienes todas las primarias
y por ende no has empezado con las secundarias. Sucede lo mismo con el
contenido extra, no queda muy claro de entrada que tienes que obtener para
conseguir desbloquear y podemos pasarnos muchas horas en ese proceso.
Sin embargo, lo que más
lastra el juego es la sensación que tiene uno de recadero, tener que
hacer todo tú, incluso las tareas más insignificantes. Es un
defecto bastante habitual en triples A y aburre. Esas
minimisiones que no aportan nada ni al jugador ni a la construcción de
personajes son molestas y no nos dejan disfrutar, ni reflexionar sobre
qué estamos viviendo. Es una lástima porque eso te deja tiempo
para pensar en el final y a mitad del juego empiezas a vislumbrar cuál
es el malvado plan del Dr. Wilhelm alias, Calavera y acabas chafándote
la pelea con él.
Conclusión:
Wolfenstein ha regresado para
quedarse y ofrecernos cientos de horas de diversión, disparando,
descuartizando y aterrorizando a todos los nazis posibles sin que nos
pese la conciencia. Puede que en ocasiones caiga en la disonancia
ludonarrativa que tanto les gusta decir a los periodistas del medio, pero el
personaje es lo que es, no puede luchar contra su naturaleza por mucho que
quiera una vida mejor. Nos pasa a todos. Ya sólo el modo historia te
costará pasarlo entre 12 y 15 horas, según la inmersión de
cada jugador, y luego tienes toda una serie de desbloqueables, coleccionables y
mejoras que conseguir lo cual otorga rejugabilidad a este arcade con traje de
shooter en primera persona.
Técnicamente cumple sin necesidad de alardes
y no desentona con el paso del tiempo. Merece la pena gastarse el dinero que
piden por él. Además, ¿quién dice que vaya a ser la
última aventura de B.J?
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