Hace un par de meses que he empezado a trabajar de eventual en GW Pamplona. La verdad es que es un trabajo gratificante y nos va bastante bien. Carlos, mi jefe y compañero, es una persona genial. En el transcurso del trabajo me ha dado tiempo a evolucionar en algunas fases de mi pensamiento. Os voy a intentar explicar lo que he aprendido mientras he estado trabajando estos dos meses.
Para los que no sepáis a que se dedica GW, es una multinacional de origen británico que vende miniaturas para sus diversos sistemas de juego. Hay muchas personas que piensan que sus juegos están equilibrados por basarse en un sistema de puntos. Ningún sistema por bueno que sea es perfecto porque las personas que inventan el sistema no son infalibles. Sin embargo, siempre han intentado mejorar sus juegos renovando cada vez que el feedback de los jugadores era negativo o se consideraba estancado. Todo lo que os voy a contar ahora lo reflexioné a raíz de cómo renovaron hace un año uno de sus sistemas. Cuando me lo leí me daba la impresión de que el 90% de lo "nuevo" eran partes que la gente no entendió bien y las han puesto ahora en un recuadro para que nadie se pueda equivocar. Ahí me dí cuenta de cómo hacen las renovaciones y cambió mi punto de vista de cómo debe usarse el término de hater. Comúnmente se usa para definir a alguien que critica algo en lugar de usarlo para aquellas personas que critican sin causas racionales o por el mero placer de difamar.
El hater, trasladándolo al universo de GW sería aquella persona que sin conocer el mundo, el sistema de juego, las mecánicas, la ambientación viene a donde trabajo yo, o mi compañero, para decir que es una mierda y quejarse de algo que no consume, de algo al que no dedica tiempo y que realmente no le importa nada.
Luego viene el tipo de persona al que llamaríamos neutral. Llega y se pone a hacer lo que quiere sin molestar a nadie, sin decir nada, sin aportar nada al universo, sin expandirlo. Conoce el sistema, puede ver o no sus defectos y decide no hacer nada para remediarlos.
Finalmente tendríamos a dos variantes de un mismo tipo de personas más. El crítico activo y el crítico pasivo. El crítico pasivo es aquella persona que sí que sabe del tema y ve cosas que deberían mejorar pero en lugar de ofrecer soluciones se queda en el nivel de la queja. No es malo, porque ve los problemas y los comunica aunque no evolucione. Sin embargo, hay un escaño mejor, es el crítico activo. El crítico activo es aquella persona que ve los errores del sistema y sus puntos débiles y les intenta dar una solución. Evidentemente las soluciones que propone llevan a otros sistemas con otros problemas, pero esa es la gracia. Gracias a este tipo de personas los sistemas avanzan, mejoran y con el paso de los años cuando se echa la vista atrás uno se da cuenta de las grandes cambios que se producen.
Vistos los tipos de personas los que más nos interesan son las dos variantes del último por el mero hecho de que si uno es receptivo es capaz de sacar buenas cosas de ambos. Es claro que serán más útiles aquellos comentarios del crítico activo, pero no todos tienen porque ser críticos activos.
Ahora giremos el argumento 180º y veamos que podemos hacer si estamos en una posición de receptor. Podemos ser receptores reacios y no querer que nadie nos diga absolutamente nada. Si nos paramos a pensar no nos compensa ser reacios y no querer escuchar, no ya por el hecho de que no nos guste lo que nos dicen, sino por el hecho de que el ser humano es un ser social y necesitamos comunicarnos para llegar a la plenitud.
Al igual que el emisor, podemos ser receptores neutros. El receptor neutro no es el ideal pero es uno de mis favoritos. Aceptas todo lo que te dicen, pero no haces nada al respecto. Tenemos también un receptor activo que sería esa persona que escucha TODO lo que le tengan que decir y se basta él mismo como filtro. El receptor activo utiliza los comentarios para buscar soluciones y al igual que el crítico activo emprende movimientos de cambio. Y no sólo puede hacer eso; los mejores receptores activos son capaces de efectuar cambios en la mentalidad de los otros haciendo que los neutros pasen a críticos pasivos o activos. Puede motivar esos cambios de diversas maneras, pero la que he comprobado que es más efectiva es la que apela a la diversión. Aquellos grupos en donde sobretodo se divierten o aquellos líderes o cabezas piramidales en donde se nota la diversión consiguen mejores resultados.
Algunos ejemplos de personas que han utilizado la diversión como principal impulso en sus proyectos son el jugador español de League of Legends Alvar Araneae que utiliza mucho el hashtag #keepsmiling, o la reciente celebración del equipo español Origen (a partir del minuto 38) ante su paso a la final que les puede permitir acceder a un puesto al mundial del LOL convirtiéndose en el primer equipo que llega al mundial empezando la temporada en lo que podríamos llamar una segunda división, o la primera presentación en un E3 de Bethesda en la que fueron capaces de decir al público aquellos fallos o puntos flacos que tenían sus ideas con un toque de humor muy propio de sus creaciones.
PD: Por estas razones llevo los últimos meses pensando cómo transmitir la diversión en los futuros proyectos que tengo en mente.
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