¿Qué tras 8 horas tenga que despertar
aquí rodeado de personajes,
fantasías y ficciones?
Dios, me consuelo de que así no sea.
Que me despierte y esté ella.
Desnuda, vestida; da igual.
Su ropa, la mía; da igual.
Que tras 8 horas me levante
silenciosamente vaya a la cocina
a preparar silenciosamente el café.
Que pueda tener un hogar
y verla recién despierta bostezar.
Estaré de nuevo en casa.
En la casa hay armarios, mesas y claroscuros.
Hay lámparas, pasillos fríos y egos.
Los nuestros. Tuyo y mío. Nuestras guerras.
Quejidos y estallidos de alabanzas,
jadeos y golpes de humillación.
Los tuyos, los míos, los nuestros.
Cae la sombra entre ascenso y descenso.
La vida es muy larga entre caída y subida.
Caen sombras la tuya, la mía, las nuestras.
¿En qué se diferencian?
En que se tienen que cruzar.
Obligadas a entenderse, a hablar, a cambiarse.
A ver caer la sombra, contemplarla y disiparla.
Buena pregunta... Eso es conectar con el/la de al lado.
ResponderEliminarCada vez es mas importante entender a las personas de tu alrededor
ResponderEliminarTe presento mi blog. Seguramente, que te sonare de mi anterior blog que era idéntico. Pero por problemas en el servidor he tenido que hacer otro blog completamente nuevo y desde cero. Espero que me sigas en esta nueva aventura. Un beso de una de tus seguidoras.
http://secretaddictionblog.blogspot.com.es/