Te acordaras rodeada de nietos
de aquel día de Deportes,
todavía nevaba en el Norte
y que te vieran la piel era un aprieto.
¿Qué no podías cometer?
Te acordaras dentro de cincuenta años
del dia en que nos conocimos en ropa de baño,
cuando los 40 (principales) sean el susurro del recuerdo
y yo este bajo el cemento muerto,
pues una bifurcación hay en el camino,
si me equivoco, se confunde mi destino.
¿Quién lo va a detener?
Te acordaras de mi pesimo arte urbano
cuando no sientas el calor del verano,
de que yo no era indie, folk o poeta,
de que no merecía el nombre de profeta,
pero, por Dios; dentro de cincuenta años
olvidame y recuerdame en traje de baño
¿Quién va a entenderme?
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