Escucha a las piedras, incluso ellas tienen su grano de sabiduría. ¿Cuánta sabiduría tienes tú en cambio? Es un bien bastante escaso en los humanos, la única certeza que tienen es que van a morir.

lunes, 24 de mayo de 2010

y un día después la tercera parte

V
Llegué a pensar que te perdí
que te habías ido
que te arrepentías de mí,
y en realidad,
era yo quien se escondía de tí.
VI
¿Qué son los frutos sino la vida?
acércate, tu saliva, mi saliva
convirtámoslo en nuestra saliva
que nuestras fatuas lenguas
despedacen las fronteras
que las recluyen en la boca
en tu boca que no es mía,
es la tuya que me inspira.

domingo, 23 de mayo de 2010

Segunda parte

III
Si alguna vez dí más de lo que soy
no fue en mi jardín donde planté la flor.
Maldigo los veranos duros y secos,
momentos en el que las parejas rompen su amor,
mas to sigo plantando cual jardinero fiel
esquirlas de mi corazón, tintadas en papel
para secarme no encuentro lugar mejor
que aquel regalo que te dí
la flor que planté en tu jardín.
IV
Si estuvieras confinado
en una botella de plástico
y no pisaras fondo
para impulsarte a salvo
si no tuvieras un destino,
un mapa, una luz, un guía
acabarías en lo más hondo
de un túnel con una salida
el único lugar sin eterno retorno.

Aquí estoy

Hola a todos, llevaba unas semanas sin blogear nada y hoy boom! 6 rimillas a las cuales no les he puesto nombre y las divido en 3 entradas

I
En la oscuridad de la noche
mi pecho extasiado se encoge,
pero siento algo profundo
en la oscuridad somos más de dos.
No es un ser keótico
(palabra usada en el campo de la teología)
que significa estar escondido,
pues en los oriundos latidos del corazón
en la oscura claridad somos más de dos.
Soy yo la noche, oscura melancolía
y tu mujer, eres la luz de mí día,
y en las esquinas de la calle,
en los meses del almanaque
pudimos ser más de dos
pero no quisimos.
II
Solo, no estoy solo
es que no siento compañía,
siento, vivo, amo, respondo
pero nadie contesta y cuando respondían
era yo el sordo.
Solo, espero no estar solo,
quisiera no estarlo...

lunes, 10 de mayo de 2010

Recuerdame en bañador

Te acordaras rodeada de nietos
de aquel día de Deportes,
todavía nevaba en el Norte
y que te vieran la piel era un aprieto.
¿Qué no podías cometer?
Te acordaras dentro de cincuenta años
del dia en que nos conocimos en ropa de baño,
cuando los 40 (principales) sean el susurro del recuerdo
y yo este bajo el cemento muerto,
pues una bifurcación hay en el camino,
si me equivoco, se confunde mi destino.
¿Quién lo va a detener?
Te acordaras de mi pesimo arte urbano
cuando no sientas el calor del verano,
de que yo no era indie, folk o poeta,
de que no merecía el nombre de profeta,
pero, por Dios; dentro de cincuenta años
olvidame y recuerdame en traje de baño
¿Quién va a entenderme?