¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
Los ojos que son como flores rotas,
legado de derrota duradera,
dan frutos si el sentido aflora.
¡Qué negras manos llevo a tu cabeza!
Parecen manos de otra persona,
dando vueltas a un mundo que destroza.
¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
Luna brillando ante los problemas,
llagas abiertas tiñendo de malva,
el suelo grisáceo de las callejas,
¿Qué os ocurre corazones? Nada.
Problemas que apaciguan y queman.
¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
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